La perdiz es un ave terrestre, reina de la caza menor en la Región de Murcia y otros lugares de España. Se engloba en la orden de las Gallináceas y pertenece a la familia de las fasiánidas, siendo la perdiz roja o común (Alectoris rufa) la especie con mayor número de ejemplares en la Región, tanto en estado salvaje como criándose en diferentes granjas.

    La perdiz roja posee un cuerpo redondeado y voluminoso que contrasta con una cabeza pequeña. Su altura ronda los 33-38 cm, con una envergadura de 50-60 cm y 12 cm de cola, por lo que se encuentran entre las aves terrestres de tamaño medio, llegando a pesar entre 420 y 550 gramos. Los individuos adultos poseen un pico corto y robusto (alimentación granívora), así como patas con dedos recios, extendidos, que identifican a un ave corredora. Otro rasgo de las aves terrestres se aprecia en la morfología de las alas, cortas y robustas, que permiten solamente vuelos cortos.

    En el plumaje de la perdiz roja destaca este color en el pico, ojos y patas, con zonas grises en el pecho, rojizas en el abdomen, con collar negro característico en el cuello y, en general, tonos agrisados listados de castaño.

    La perdiz vive en bandos familiares, habitando en las inmediaciones de cultivos de secano, en grupos de entre 16 y 25 ejemplares. Su carácter sedentario hace que se muevan en espacios reducidos, sin correr el riesgo de alejarse demasiado del grupo familiar.

   Variedades

    Algunas de las variedades más comunes de perdiz son:

  • Perdiz pardilla (Perdix perdix). Habita en Europa y Asia occidental y central, resultando una de las más comunes de la Península Ibérica. Introducida en Norteamérica.

  • Perdiz chukar (Alectoris chukar). Típica en Eurasia. También introducida en Norteamérica.

  • Perdiz griega (Alectoris graeca). Similar a la distribución de la variedad chukar.

  • Perdiz moruna (Alectoris barbara). Posee población en el sur de España, además de en Gibraltar y la isla de Cerdeña.

    Reproducción y cría

    Los machos de perdiz roja en libertad comienzan su celo a partir del mes de enero. Son ellos quienes construyen diferentes nidos en el suelo, en pequeños huecos con poca vegetación, para que la hembra elija uno (en ocasiones la hembra realiza puestas en dos nidos, incubando uno ella y otro el macho) y deposite de 9 a 18 huevos (amarillentos y manchados con tonos más oscuros). La incubación se prolonga hasta 23 días y medio.

    Los polluelos abandonan rápidamente el nido, desarrollándose entre abril y mayo. A las dos semanas de vida ya realizan vuelos cortos y el plumón de la zona superior del pico se torna negruzco, así como blanco el del vientre. Transcurrido un mes, aparecen tonalidades cremosas en el plumaje y ribete negro donde antes tenía plumón de este color. Con un mes y medio, los colores en el plumaje de la perdiz ya denotan su definitiva época de madurez, mientras que tras el tercer mes, pico y patas toman tonos rojizos y se distingue el collar negro del cuello.

    En la Región de Murcia se puede encontrar este animal en libertad, en grupos más o menos numerosos, principalmente en el Campo de Cartagena, Cehegín, Altiplano, Murcia, Sierra de la Pila y Valle del Guadalentín.