El higo chumbo (Opuntia ficus-indica) es el fruto de la chumbera, una planta arbustiva, de la familia de las Cactáceas, que crece de forma silvestre en la Región de Murcia y en diferentes zonas templadas y cálidas del mundo.

    La chumbera está formada por tallos constituidos por pencas ovales y aplanadas, unidas unas con otras, pudiendo alcanzar los 4-5 metros de altura. De estos tallos parten las hojas, que desaparecen muy jóvenes, siendo sustituidas por espinas o pinchas de 4-5 mm de longitud. desprendiéndose durante el desarrollo de la penca. Ante la carencia tan temprana de las hojas sus funciones las realiza a través del tallo.

    Las flores de la chumbera poseen entre 6 y 7 cm de longitud y son solitarias, de colores cálidos y vivos, entre los que destacan el amarillo, anaranjado o rojo.

    Las flores dan lugar a los higos chumbos, bayas carnosas con forma de cilindro abombado en el centro, que pueden medir de 5 a 11 cm de longitud y entre 5-7 cm de diámetro, pesando de 50 a 220 gramos (esta última cifra la alcanzan en casos excepcionales). Su cáscara o piel exterior es dura, gruesa, protegiendo un interior de pulpa blanda que contiene las semillas. Una de sus características principales es la presencia de pinchas o pelusas, pequeñas y muy finas, en su piel, que se desprenden con facilidad cuando el fruto está maduro, resultando muy molestas para su recolección.

    Las pencas de la chumbera muestran tonalidades con diferentes intensidades de verde, mientras que sus frutos presentan colores diferentes dependiendo de su madurez y variedad (amarillo, verdoso, anaranjado y rojizo). La carne o pulpa destaca por sus tonos amarillos o rojizos, de mayor o menor intensidad según la madurez del higo.

Cultivo

    El cultivo de la chumbera se desarrolla con plenitud en climas templados o cálidos, con un nivel alto de insolación al año y escasas precipitaciones.

    Generalmente crecen en suelos con poca necesidad de nutrientes, porosos, pero que muestran cierta inclinación y un drenaje acusado, ya que se trata de una especie que no soporta la acumulación de agua o humedad.

    La multiplicación de la chumbera se realiza a través del esqueje, es decir, cualquier parte del tallo que se plante en condiciones óptimas para el desarrollo de esta planta puede enraizarse y crear una chumbera nueva. Por este motivo es usual encontrarla formando grupos de mayor o menor tamaño.

    La fructificación de esta especie tiene lugar durante los meses estivales.

Presencia en la Región de Murcia

    En la Región de Murcia la chumbera se conoce también con el nombre de palera, así los higos chumbos se pueden denominar, dependiendo de la zona, higos de pala (incluso existe una población en el Campo de Cartagena denominada Las Palas).

    La mitad sur y la vega del Segura representan las dos localizaciones con mayor número de ejemplares de esta especie. Las sierras litorales, Campo de Cartagena, Valle del Guadalentín e incluso Sierra Espuña aparecen pobladas de paleras.

    Pero también se pueden encontrar ejemplares en el interior, en tierras del Altiplano o Noroeste, aunque debido a su climatología se dan en menor número.

    El cultivo de esta especie siempre ha estado asociado a caseríos, donde protegía las paredes traseras de los patios de las viviendas, evitando así el asalto al interior de la casa y proporcionando fruta durante el verano.

    Además de los higos de pala tradicionales, en la Región de Murcia tienen una gran tradición los "higos de retallo" que, según cuenta una leyenda, serían originarios de Totana:

    Hace muchos años, una tormenta veraniega caída sobre la población de Totana el día de San Antonio (13 de junio) dio al traste con toda la cosecha de higos chumbos. Los amantes de este delicioso fruto, apenados, verían como ese mismo otoño las paleras volvieron a dar higos, disfrutándolos llegado el invierno. Desde ese día, al florecer la primavera, los totaneros eliminan sistemáticamente los higos de muchas de sus paleras para que restallen en otoño, obteniendo de esta forma cosecha en verano e invierno.

    Aunque se trate de una leyenda, en diversos lugares de la geografía murciana se realiza este proceso, incluso parece que estos higos de retallo presentan mejores calidades que los veraniegos.