Manojos de espinacas frescas [Espinacas]
Manojos de espinacas frescas

Las espinacas o Spinacea oleracea son verduras pertenecientes a la familia de las Quenopodiáceas y su nombre hace referencia a las espinas que presentan sus frutos maduros.

Se trata de plantas que se pueden encontrar con frecuencia en espacios situados junto a la costa o terrenos salinos templados, formada por un tallo ramificado de unos 15 cm del que surgen un conjunto o "manojo" de hojas con estructura lisa o rizada de aproximadamente 20 cm (dependiendo de la calidad del cultivo y la variedad a la que pertenezcan) dispuestas de forma circular o en roseta. Estas hojas presentan un color verde oscuro y brillante. Son la única parte de la planta que se consumen con asiduidad, mostrando un sabor ligeramente ácido pero sugestivo e interesante.

Variedades

Las espinacas se pueden clasificar atendiendo a diversos factores, pero los más utilizados y generalizados son la estructura de sus hojas y la estación del año en la que son sembradas.

Entre las primeras destacan:

Variedades de hoja rizada. Se comercializan y consumen en fresco, el ciclo vegetativo soporta fácilmente los rigores del frío por lo que se adapta a crecer en invierno. La comercialización de esta variedad esta muy extendida ya que tolera el transporte sin sufrir mermas en su constitución.

Variedades de hoja lisa. Se comercializa congelada o en lata por lo que su consumo se encuentra muy extendido, incluso en zonas alejadas del lugar de origen.

En cuanto a la época del año en la que son sembradas se pueden encontrar:

Variedades de verano. Son las más comercializadas para el consumo, sembrándose en primavera y en la estación que le da nombre. Son significativas las denominadas Rey de Dinamarca y Cleanleaf.

Variedades de invierno. Poseen mayor resistencia a la climatología adversa que las de verano, presentando una estructura de hojas triangular de grosor destacado. Broad-Leaved Princkly, Greenmarket y Monnopa son los nombres de algunas de estas variedades.

Propiedades nutritivas y salud

Las espinacas, al igual que numerosas hortalizas y verduras, están compuestas en su mayor parte por agua (más de un 90%), con unos porcentajes muy bajos de hidratos de carbono y grasas por lo que son recomendadas por expertos nutricionistas como parte de la dieta a seguir en caso de desear regular o perder peso.

Los grupos de vitaminas presentes en estas plantas son E, A, C y B, proporcionando acción antioxidante, regulando el buen estado de la visión para las personas con problemas oculares, el cabello, la piel, las mucosas, los huesos y el sistema inmunológico, resultando adecuadas para la prevención de enfermedades cardiovasculares y degenerativas como el cáncer. Además intervienen en la formación de colágeno, glóbulos rojos (por lo que está indicada para el tratamiento de anemias), glóbulos blancos, absorción del hierro de los alimentos, así como en la resistencia ante infecciones. Su alto contenido en folatos las hace aconsejables en dietas de mujeres embarazadas ya que previene malformaciones del feto durante las primeras semanas de embarazo.

Las espinacas son ricas en calcio, potasio, hierro, magnesio, fósforo, yodo y sodio. Estos minerales desarrollan una importante función estructural para determinados elementos del ser humano como los huesos o los dientes y aportan beneficios para el funcionamiento de los intestinos, músculos o nervios. También poseen un suave efecto laxante, diurético(sobre todo su alto contenido en potasio y bajo en sodio), mejoran la inmunidad, la transmisión y generación de impulsos nerviosos, junto a la actividad muscular.

Los aportes en fibra proporcionan un suave efecto laxante que mejora el estreñimiento y colabora en la reducción del colesterol.