Tradicionalmente en Oriente se ha tenido una visión holística del universo como un campo de energía (Ki) en el que todo cuanto 'existe' son distintas manifestaciones de dicha energía. En esta cosmovisión el hombre y su entorno son una misma cosa, el hombre depende de su entorno y, al mismo tiempo, lo determina e influye (por cierto, a una visión parecida del Planeta Tierra se le conoce en occidente como la Teoría Gaia).

Es precisamente de la observación durante milenios de esta interacción hombre-naturaleza de donde se nutren la medicina tradicional china (y sus artes de digitopuntura, acupuntura o plantas medicinales chinas, entre otras) y disciplinas posteriores como el shiatsu o la macrobiótica. Esta última, en palabras del japonés George Oshawa, su mentor, consiste en'la ciencia de la salud y la longevidad a través del estudio y comprensión de la relación e interacción entre nosotros mismos, los alimentos que comemos, el estilo de vida que elegimos llevar y el medio ambiente en el que vivimos'. Se trata, por tanto, más que una dieta alimentaria, de un estilo de vida y de una filosofía. No obstante, voy a procurar limitarme en este trabajo sólo a los aspectos vinculados a los alimentos y la dieta.

Podemos clasificar los alimentos en Yin o Yang en función de una serie de características:

 

Yin

 

Yang

 

+

-

+/-

-

+

Estación del año en que se producen

Invierno

Otoño

Final de verano

Verano

Primavera

Su energía

Dispersante, fría

 

Caliente, tonificante

Color

Oscuro

 

Claro

pH

Básico

 

Ácido

Textura

Blanda, suave

 

Dura, compacta

Contenido en agua

Más alto

 

Más bajo

Crecen en lugares

Oscuros o bajo tierra

 

En campos y huertos al sol

Sabor

Salado, agrio, amargo

Dulce

Picantes y dulces

Modo de preparación

Alimentos crudos o con cocciones suaves

Salteado rápido, escaldado

Al vapor

Estofados y fritos

Guisos y potajes

Nutrientes: vitaminas

La mayoría de las vitaminas del grupo B y la vitamina C y los minerales

Los hidratos de carbono

Las proteínas y las  vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y la B6

Alimentos

Verduras
tubérculos
Helados
Pescados
Algas
Frutas tropicales
Azúcar y miel

Frutas meridionales

Cereales (Pan, pasta,arroz)

Legumbres, aceites

Carnes (pollo, cordero y vacuno) 
Caviar
Mejillones
Ajos
Especias


No obstante, a diferencia de la cultura occidental con su idea de los opuestos y diferentes heredada de los griegos, yin y yang son complementarios. Ambos se crean y controlan mutuamente, se equilibran por así decirlo. Esta idea se expresa magníficamente bien con el conocido símbolo donde el yin y el yang representados por dos colores distintos, se complementan hasta completar un círculo, continuándose uno con el otro, e incluso, en el centro del yang hay un poco de yin y viceversa (nada es totalmente yang o yin, sino que en el yin anida un germen del yang y viceversa).

Como todo en la naturaleza tiene características yin y yang en diversa graduación, los alimentos sólo pueden ser considerados como más yin o más yang en relación a otros. Así, por ejemplo, las acelgas de campo son yang frente a la remolacha, pero yin en comparación con las alcachofas, aun siendo las tres verduras yin.

Además, el carácter o la cualidad yin o yang de un alimento dependerá de otros factores como son el lugar de consumo, las condiciones en que se consumen, el cocinado de los mismos, las características de cada individuo, nuestro estado de salud, etc.

Un alimento frío -yin-, como por ejemplo los tomates, si lo cocinamos mediante la aplicación de algún tratamiento térmico, se hacen menos yin y más yang (nuestras abuelas conservaban los tomates para el invierno como dulce de tomate, que es más yang y, por tanto, más saludable en invierno ya que no nos quitará calor).

Las sopas de verduras (yin), bien especiada y calentita se convierten en un alimento yang que nos entona el cuerpo en los fríos días de invierno.

A la hora de establecer una dieta en nuestro entorno convendrá tener en cuenta la diversidad climática y estacional de nuestra naturaleza. Y así, aunque a nuestro cuerpo le gusta comer alimentos variados: fríos y calientes, húmedos y secos, nutritivos y descongestivos, ácidos y básicos, en general, cuando acaba el verano y llegan los primeros fríos hasta entrada la primavera convendrá proveernos de alimentos más yang , mientras que en épocas calurosas, nuestro cuerpo nos demandará alimentos yin -qué bien sienta un gazpacho bien fresquito cuando aprieta 'la calor'-.

Podemos entrenar nuestro instinto mediante la simple reflexión de cómo nos sentimos tras la ingestión de diferentes alimentos (o los mismos preparados de diferente forma).