Pelamos y quitamos el corazón a los membrillos
Pelamos y quitamos el corazón a los membrillos
Julio Pedauyé Ruiz
Aspecto tras la cocción
Aspecto tras la cocción
Julio Pedauyé Ruiz

    La elaboración casera de la carne de membrillo es muy sencilla: Se pelan los membrillos y se les quita el corazón –donde residen las semillas y unos gránulos duros–. Luego se trocean y se ponen en la olla a presión junto con la mitad de su peso en azúcar.

    Removemos la mezcla al fuego antes de cerrar la olla. Nos aseguramos de que dejamos suficiente espacio para que cuando se caliente la masa, expanda y hierba a borbotones, no se tape la válvula y pueda estallar la olla.

    En todo caso, seguir las indicaciones de los fabricantes de las ollas. Como referencia se puede apuntar que en las ollas a presión tradicionales el tiempo de cocción será de 25-30 minutos y en las ollas superrápidas de 10-15. Tras la cocción, y cuando todavía está la masa caliente batimos en la misma olla y la pasta resultante, la carne de membrillo, la ponemos en los moldes. Al enfriar, la masa se endurece y da como resultado la carne de membrillo.

    Si se ha hecho cantidad abundante, el mejor método para guardarlo es la congelación. De esta manera no se nos resecará y cuando lo vayamos a comer lo tendremos con el mismo grado de humedad y textura que cuando lo metimos al congelador

Norma de seguridad cuando cocemos en ollas abiertas

    La carne de membrillo con su azúcar es una mezcla muy pastosa y más cuando se va reduciendo por efecto de la cocción. Salpica como si de la lava de un volcán se tratase y alcanza elevadas temperaturas, por lo que deberemos llevar cuidado de no quemarnos.

Nutrición

    Los membrillos se emplean fundamentalmente para elaborar carne de membrillo, mermeladas, jaleas, dulces, compotas, gelatinas, sorbetes y licores de mesa, solos o junto a manzanas y peras.

    Los membrillos contienen un 85% de agua y el resto son hidratos de carbono, fundamentalmente de bajo índice glicémico (es decir de lenta liberación de azúcares simples en sangre) lo que les convierte en una fruta de elección para diabéticos. Pero ojo, estamos refiriéndonos a los membrillos asados o cocidos sin añadir azúcar, no a las mermeladas, jaleas o confituras. Además, como sucede en general con todas las frutas, los membrillos son también ricos en minerales y en algunas vitaminas –A, principalmente–.

    Los membrillos, en sus diferentes preparaciones, han sido utilizados por sus propiedades estomacales, especialmente por aquellos que padecen de gastritis por hipersecreción.