La cocina del restaurante

Ya en sus orígenes los platos estrella del restaurante eran el Caldero y los pescados del Mar Menor. Durante las primeras décadas de la vida del restaurante eran muchas las especies que se pescaban en el Mar Menor: Dorada, Lubina, Mújol, Pardete, Salmonete, etc. En aquellos años el pescado se encontraba en mucha mayor cantidad que hoy en día. También había mariscos y, por supuesto, langostinos del Mar Menor.

En esos días el pescado que se capturaba en el día era el que se ofertaba, no había cámaras frigoríficas donde conservarlo. Lo que no se comía en el día, se tiraba al día siguiente.

No obstante, el plato más demandado siempre ha sido el tradicional Caldero del Mar Menor. Se trata de la típica comida de los pescadores que aprovechaban los restos de los pescados y la morralla que se colaba en sus redes, para hacer un espeso caldo con mucho sabor en el que hervir arroz. En este sentido, el restaurante Floridablanca siempre ha sido un referente a nivel regional, e incluso nacional. El menú del restaurante ofrece hoy una mayor variedad de platos, e incluso carnes, pero lo más solicitado por los clientes siguen siendo el Caldero y los pescados del Mar Menor.

La cocina del Restaurante tiene una peculiaridad: en casi sesenta años de vida sigue manteniendo la leña como método de cocinado. Esto otorga a sus platos un sabor inconfundible y al restaurante, un olor muy característico y entrañable. Se trata de troncos de olivo, limonero o garrofo, según la época.

Tras una buena comida dentro del Mar Menor, los visitantes pueden degustar, como colofón, alguno de los deliciosos postres caseros que se preparan en la cocina del Floridablanca.

Como despedida, con un poco de suerte, Fuensanta regala al cliente una postal con una foto del Restaurante antes de la regeneración de la playa de La Puntica, cuando aún estaba completamente rodeado de mar. Y lo hace no sin antes firmarla, orgullosa de su “casa”.