MNAS ARQVA Cartagena. Lucerna romana hallada en la ciudad de Cartagena [Cartagena sub]
MNAS ARQVA Cartagena. Lucerna romana hallada en la ciudad de Cartagena
José Rodríguez Iborra
MNAS ARQVA Cartagena. Jarra de loza con graffiti. Isla de las Palomas, s.XVI-XVII [Cartagena sub]
MNAS ARQVA Cartagena. Jarra de loza con graffiti. Isla de las Palomas, s.XVI-XVII
José Rodríguez Iborra

28Pecio Puerto ESCOMBRERAS

     Continuamos viaje a partir de Cala Reona hacia la ciudad de Cartagena, ahora nos encontramos con la Reserva Natural de Murcia y LIC de la UE: PARQUE REGIONAL DE CALBLANQUE, MONTE DE LAS CENIZAS Y PEÑA DEL ÁGUILA. Una sucesión de playas y calas de arena, dunas, saladares y acantilados, además del Humedal de las Salinas de Rasall, accediendo a la Sierra Minera, que como veíamos se interrumpía con una extensa llanura en la zona de Cala Reona, comunicando el Mar menor con el Mediterráneo, antes de continuar hacia el Cabo de Palos.

     Esta zona costera y la siguiente del Municipio de La Unión con la Bahía de Portmán han arrojado siempre hallazgos fortuitos subacuáticos además de huellas de poblamiento desde el Eneolítico y extracción (cuevas costeras) de minerales en forma nativa para embarcar directamente a las naves fenicias e incluso etruscas (Italia) desde el siglo VII a.C. y sobre todo en época romana.

     Es importante conocer el enclave de la Villa Romana de El Paturro, abocada a la Bahía de Portmán (La Unión), una explotación agropecuaria y minera durante toda la dominación romana ligada al tráfico marítimo y la playa de El Gorguel por la que se accede al corazón de la Sierra Minera y sus instalaciones romanas y contemporáneas que se han sucedido en el espacio y en el tiempo.

     Con esto, arribamos a la Isla de Escombreras y la Punta de Aguilones, hoy unidas por un espigón artificial, pero que configuraban la Boca Chica, paso hacia la Ensenada de Escombreras y el Puerto de Cartagena para los navegantes que arribaban provenientes del Cabo de Palos y en todas las épocas.

     La isla mide unas 4 hectáreas, bastante escarpada y rocosa. Además del faro del siglo XIX, se encuentran los restos de un santuario griego en honor a Hércules, materiales fenicios y una necrópolis romana. Parece ser que además funcionó como centro productor del famoso garum (salsa de pescado) a partir de la caballa (scomber en latín) del que recibiría su nombre (Ramallo y Ruiz).

     En 1944, Emeterio Cuadrado, documenta un yacimiento íbero-romano bajo la actual Central Térmica de Escombreras, sita en este puerto (hoy uno de los principales polos energéticos del país), lo que nos lleva a destacar la gran importancia que esta ensenada ha tenido desde el principio de las colonizaciones fenicias y el poblamiento ibérico, poco documentados en la zona, pero a buen seguro bajo los niveles púnicos y romanos de excavación de la ciudad y entorno, del que se espera ir obteniendo más información.

     Excelente fondeadero y vía de acceso a los recursos de la Sierra Minera a partir de la Rambla de El Charco y por todo el Valle de Escombreras, encontrándose en sus inmediaciones y bajo sus aguas (De Miquel, Roldán) restos de ánforas púnico-ebusitanas PE-17 y tardo-republicanas Dressel 1, además de cerámicas de estas épocas llegadas desde poblamientos cercanos y por la rambla desde las minas. También se encuentran vestigios de todas las épocas hasta la actualidad.

     Ya nos referíamos, al estudiar la evolución histórica de la Arqueología Subacuática en nuestra región, a las distintas operaciones de recuperación de materiales y prospecciones que se han llevado a cabo en la isla y sus aguas desde los primeros descubrimientos en 1947 por el Capitán de Navío Javier Jaúregui, el CBA y el Director del Museo Arqueológico de la ciudad, Antonio Beltrán. Las posteriores del Comandante Gorordo en los años 60 y la continuación en los 70 por Julio Mas y el Patronato.

     Así como en 1988 con motivo de la excavación-escuela encuadrada en el II SEMINARIO DE ARQUEOLOGÍA SUBACUÁTICA, CNIAS (Cartagena). Guerrero y Roldán, bajo la dirección de Antona y Martínez, documentan un escandallo de plomo, lingotes, ánforas púnicas, republicanas, imperiales y tardías, cerámica medieval y moderna. Añadir la prospección posterior de 1991 (Arellano, Gómez, Miñano, Pinedo) que documenta un pecio republicano con cargamento de Dressel 1, lingotes de plomo y madera. O las posteriores de 1996 del mismo equipo.

     Lo que nos conduce al principal testimonio subacuático de esta localización, el YACIMIENTO SUBACUÁTICO DE LA ISLA DE ESCOMBRERAS al que ya aludíamos en los textos introductorios y en el que se excavó a finales de los años 90 (Juan Pinedo y Daniel Alonso) el mayor yacimiento subacuático excavado de España, con diferentes pecios y materiales de naves comerciales naufragadas en el mismo punto:

  • ESCOMBRERAS 1: año 150 a.C., procedente de Nápoles, cargamento de ánforas vinarias y vajilla de mesa Campaniense de barniz negro.

  • ESCOMBRERAS 2: siglo I a.C., vino, aceite, vajilla de barniz negro y lucernas.

  • ESCOMBRERAS 3: mismo siglo, vino itálico a la vez que béticos y tarraconenses.

  • ESCOMBRERAS 4: siglo I d.C., vino de la Bética (su procedencia), además de aceites y salazones.

  • ESCOMBRERAS 5: Engloba restos de diferentes pecios atribuibles al período tardo-romano y bizantino, siglos V a VI d.C.

  • ESCOMBRERAS 6: Pecio musulmán del siglo XIII con cargamento de vajillas cerámicas.

     A todos ellos parece les sorprendió algún temporal en las inmediaciones del fondeadero de la isla al intentar salir o entrar del puerto de Carthago-Nova por la Boca Chica.

29Pecio EL CAPITÁN

     En el lado Sur de la Isla de Escombreras, el Comandante Gorordo junto a Antonio Beltrán y el CBA realizan la última de las excavaciones subacuáticas con equipo de buzo clásico y primera excavación con aplicación de metodología arqueológica en nuestro país en 1961. Posteriormente actuará en la zona, en 1970, Julio Mas con el Patronato y el CBA.

     Aparecieron gran cantidad de ánforas Dressel 1A de época republicana, siglo II a.C., cerámica común y madera del casco claveteada, un caldero de bronce, un cepo de ancla en plomo, una pesa, ungüentarios…

30Pecio BOCA CHICA

     También trabajaron en el paso hacia la ensenada Jaúregui y Beltrán, hoy interrumpida por un espigón que une la isla con la Punta de Aguilones, encontrando materiales aislados en una extensa zona correspondientes al período romano, ánforas republicanas Dressel 1 y Lambogia 2 e imperiales Dressel 7-11, Beltrán I, Dressel 14 y tardías Keay, además de cepos romanos y lingotes de plomo.

     En 1996, Alonso, Pinedo, Miñano y Gómez realizan una prospección en un área de 300x25 metros antes de acometer la excavación de Scombraria. En ella aparecieron restos anfóricos que de nuevo aluden a todos los períodos de dominación romana y época tardía como los anteriores y que provenían de los pecios después descritos del yacimiento de la Isla de Escombreras en su lado Noreste, zona de embarcadero, a cubierto de los vientos dominantes.

31Pecio BAJO DE LAS LOSAS

     Una vez se alcanza la Punta de Aguilones, dejando a mano izquierda la Isla de Escombreras al atravesar la Boca Chica, alcanzamos a nuestra derecha la Ensenada de Escombreras, o bien, proseguimos nuestra ruta hacia el Puerto de Cartagena, en época antigua localizado en el Mar de Mandarache (actual Arsenal y Navantia), en la fachada de poniente de la bahía.

     Antes de adentrarnos, y siguiendo este frente de Levante, tocamos con la zona acantilada que va desde la Punta del Gate a la de Trincabotijas, entre las cuales se sitúa el Bajo de las Losas (accidente peligroso para barcos que naveguen cerca expuestos a fuertes vientos del Suroeste (Lebeche)).

     En 1991, Arellano, Gómez, Miñano y Pinedo, protagonizan una serie de prospecciones a lo largo de los accesos al puerto de Cartagena encuadrados en los trabajos de prospección para la CARTA ARQUEOLÓGICA SUBACUÁTICA DEL LITORAL MURCIANO (ya iniciada por Rebollo a fines de los 80).

     En este lugar documentan, entre abundante vegetación, diferentes restos atribuibles a una amplia cronología. Ánforas imperiales y tardías Keay V además de vajilla de a bordo, platos, cuencos… de adscripción moderna.

32Pecio TRINCABOTIJAS

     Siguiendo esta costa del frente de poniente, una vez dejamos atrás la Rada de Escombreras y la Punta del Gate, tenemos que doblar la punta de Trincabotijas, cuyo topónimo nos cuenta todo acerca de los repetidos hallazgos arqueológicos en las distintas épocas.

     En 1979, Julio Mas publica, junto a la descripción de hallazgos en toda la bahía, las recuperaciones de materiales anfóricos de época romana republicana, imperial y tardía junto a cerámica común romana llevadas a cabo.

     Es posible pensar en una zona de ofrendas a los dioses antes de la salida de puerto, arrojando una parte simbólica de la carga a sus aguas, procedimiento común documentado en las fuentes.

     En las citadas prospecciones de 1991 apoyadas desde el CNIAS fue detectado un probable pecio romano tardío con un cargamento de ánforas Keay V estampilladas.

33Pecio CALA CORTINA

     Esta punta de Trincabotijas sirve de marco por el Sur a la pequeña bahía de Cala Cortina, en cuyas aguas exteriores se documentó en las prospecciones de 1991 el cargamento de un naufragio de época moderna, azulejos, platos, escudilla, restos de un ancla, clavos… además de restos anfóricos romano-republicanos e imperiales (Dressel 1B y Campaniense) también de forma dispersa y traídos por las corrientes.

34Pecio BAJO DE SANTA ANA

     A los pies de la batería de Santa Ana Acasamatada, parte del sistema defensivo de castillos, baterías y fortificaciones que jalonan las costas del Municipio de Cartagena para defensa estática de sus instalaciones portuarias (desde el siglo XVIII), se localizan en los años 70 por el Patronato y Julio Mas, fragmentos de ánforas tardías-romanas del siglo IV d.C. junto a fragmentos de cerámica imperial Terra Sigillata Sudgálica de engobe rojo.

     En 1991, durante las prospecciones, se localizó una arandela de plomo, un trozo de chapa de metal y cerámica inclasificable.

35Pecio PUNTA DE SAN ANTONIO

     Continuamos recorriendo la costa de levante de la bocana del Puerto de Cartagena y localizamos la Punta e San Antonio, a medio camino entre la batería e Santa Ana y el dique del Faro de la Curra, construido como faro verde (de estribor, derecha) de entrada al puerto sobre La Laja, peligroso islote que sobresalía justo en el centro de la bocana que acabó unido a la fachada de levante por un espigón artificial.

     En las mismas prospecciones citadas se extrajeron piezas de origen medieval, cerámica vidriada y un olive, contenedor típico de los navíos en época medieval y moderna.

     En 2008 y ante la próxima construcción del cuarto puerto deportivo de la bahía en esta zona se procede a su prospección en primer término (Matallana), con identificación de materiales anfóricos púnicos y romano-republicanos que propician el sondeo y posterior excavación de la zona, localizándose un pecio de procedencia republicana excavado por Juan Pinedo.

36Pecio Puerto PUERTO DE CARTAGENA

     Al fondo de la Bahía localizamos el actual Puerto de Cartagena en su faceta deportiva, a la derecha la histórica rada del puerto pesquero de Santa Lucía y la terminal de contenedores del Muelle de San Pedro.

     Pero es en su esquina izquierda donde encontramos las instalaciones del Arsenal Militar de la Armada Española en una dársena de planta rectangular enmarcada por el Sur por la fachada de poniente del puerto y las instalaciones de NAVANTIA (la antigua BAZÁN, heredera de la Sociedad Española de Construcción Naval).

     Toda esta esquina constituyó en época antigua y ya desde la conquista cartaginesa el Mar de Mandarache (que daba acceso a la laguna interior de El Almarjal), verdadero puerto de la ciudad hasta época medieval, hoy sepultado por las instalaciones mencionadas.

     Las fuentes ya recogen distintos descubrimientos de restos de la antigüedad en el siglo XVII y durante las obras de construcción del Arsenal y el amurallamiento de la ciudad en tiempos de Carlos III en el siglo XVIII, como una galera romana descubierta en 1751 hundida a plomo en mitad de la rada del Arsenal, recuperada y perdida para calentar a los obreros, motivo por el cuál es redactada la primera legislación sobre Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático de España bajo el reinado de Fernando VI.

     En cuanto a evidencias materiales tenemos las recuperaciones de Julio Mas en los años 70 con apoyo del CBA, estudiadas más detenidamente por Pérez Bonet las de procedencia del mundo romano y de las que podemos concluir, reconociendo lo poco que ha llegado hasta nuestros días debido a las continuas dragas del puerto en todas las épocas, lo siguiente:

     Tenemos restos en la zona portuaria de entrada a la laguna de ánforas de procedencia de la Magna-Grecia (Martín Camino) con inscripciones en Griego (colonización griega de toda la Campania italiana, el Sur, previa al advenimiento de la República a partir de la población latina del Lacio) las mencionadas con anterioridad como Greco-Itálicas y generalizando.

     Sumando los restos de ánforas púnicas en estratos poco estudiados de la ciudad y de 16 ejemplares rescatados de las aguas portuarias que atestiguan la presencia Carthaginesa desde el fin de la Primera Guerra Púnica, 348 a.C.

     Tras la conquista en 209 a.C. por la República romana, el puerto de Carthago Nova es incluido desde el principio en las rutas comerciales del vino del Tirreno en envases que suceden a los anteriores y que ya conocemos: Dressel I en distintas variantes, cerámica Campaniense de engobe negro y ánfora Lamboglia 2 de vino del Adriático, extendiéndose estos usos hasta el fin de la República a fines del siglo I a.C.

     Denotamos ahora un cambio de sentido en la ruta comercial marítima, Roma pasará de ser suministradora de producciones a las colonias a receptora de éstas desde las provincias, así, nuestro puerto se convierte en redistribuidor de vinos de la Tarraconense (ánfora Pascual I y Dressel 2-4), aceite de la Bética (Dressel 20) y salazones (Beltrán II, Dressel 7-11), entre otros y a grandes rasgos.

     Llegando a época tardía con Carthago Nova convertida en capital provincial y evidenciando los nuevos cambios en las rutas, ahora el Imperio mira al Norte de África, proviniendo de esta zona los suministros, la cerámica africana y los envases anfóricos como la serie tipológica Keay.

     Conocemos instalaciones portuarias en tierra, en la zona de La Morería, además de todos los yacimientos de la ciudad de estos períodos y que no son objeto de nuestra rápida introducción, pero que hay que estudiar conjuntamente con los hallazgos subacuáticos, siendo del todo complementarios.

37Pecio Puerto EL ESPALMADOR

     Dejamos atrás el Mar de Mandarache para recorrer ahora la fachada de poniente de la bahía pero en sentido inverso, en busca de la salida a mar abierto. Encontrándonos, al final de las instalaciones contemporáneas de NAVANTIA y la Armada, con esta pequeña bahía, fondeadero usado en todas las épocas (playa de descanso para la ciudadanía a principios del siglo XX, convertido en desguace de buques a partir de la segunda mitad del siglo XX).

     Encuadrado su estudio en las prospecciones de 1991 para la Carta (Zambrano, Arellano, Gómez, Miñano, Pinedo), éste se acomete sobre el enorme talud subacuático originado por la draga de 1986, obteniéndose materiales desde el siglo II a.C. hasta el propio siglo XX.

     Ánforas republicanas romanas Dressel 1 y Mañá C2 acompañadas de cerámica republicana Campaniense A, ánforas romanas imperiales Dressel 20 y Dressel 7-11, cerámica común romana, de paredes finas y Terra Sigillata además de ánforas Keay tardías. De época moderna fragmentos de olive jar, pipas de espuma de mar, metales…

     En el año 2003, el CNIAS, bajo la dirección de Iván Negueruela programa prospecciones de urgencia en la zona con los técnicos del museo, recuperándose de nuevo materiales como los citados, además de un botijo hidrocéramo como los que embarcaban en los galeones de Las Américas y dos proyectiles sin detonar procedentes de los bombardeos de escuadras italianas sobre la ciudad durante la Guerra Civil Española.

38Pecio PECIO DE NAVIDAD

     Abandonamos el puerto dejando a la derecha el Faro de Navidad (Rojo) y salimos a mar abierto citando, a nuestra derecha, el espacio enmarcado por el Dique de Navidad en su salida al mar y la costa acantilada que termina en la Punta de la Podadera.

     En este espacio son localizados en 2001 por parte del CNIAS los restos de un navío del siglo XIX del que se sondeó parte, extrayendo enseres personales como cepillos, cubertería de plata y otros restos metálicos.

39Cueva CUEVA DE LOS AVIONES

     En este mismo recodo encontramos la Cueva de los Aviones, parcialmente sumergida en la actualidad y de la que se documentaron en los años 80 (Montes) materiales líticos prehistóricos del Musteriense (Paleolítico Medio, 300.000 a 40.000 años anteriores al presente), Hombre de Neandertal que habita abrigos rocosos y ejerce el culto al oso de las cavernas.

40Pecio PECIO CARTAGENA I

     En el marco de las investigaciones llevadas a cabo entre 2007 y 2008 en la bocana de Cartagena mediante un convenio de investigación entre el Ministerio de Cultura – Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA) y la fundación norteamericana AURORA TRUST FOUNDATION, es hallado en la bocana del puerto y a una profundidad fuera del alcance de una excavación normal el llamado PECIO CARTAGENA, un mercante romano-republicano con un cargamento de ánforas Dressel 1 y Lamboglia 2 que reposa en estos fondos y se calcula tendría unos 30 metros de eslora (largo) y capacidad para transportar varios miles de estas ánforas vinarias.

     Para su localización se emplearon los más modernos sistemas de teledetección, sónar de barrido lateral y magnetómetro de protones (Castillo, Rodríguez Iborra, Munuera, Pérez Bonet, Fernández Matallana, Miñano), proyecto en el cuál se presentó la batimetría de la zona comprendida entre Cabo Tiñoso y la Isla de Escombreras, quedando para otras campañas la prospección del interior de la bahía y aledaños.

41Pecio PLAYA DE FATARES

     Doblamos la Punta de la Podadera, dejándola a la derecha y navegamos rumbo a Cabo Tiñoso por una costa acantilada salpicada de playas arenosas, de difícil acceso por tierra, que se suceden a los pies de la Sierra de la Muela.

     En primer lugar nos encontramos con otra ensenada en la que apreciamos dos desembocaduras de ramblas con entrada del mar a tierra, La Algameca Chica (con un poblado a ambas bandas de este cauce y La Algameca, otro puerto de la Armada (sobre la misma desembocadura).

     Ambas ramblas conectadas con la zona de Cartagena (el trazado final de la Rambla de Benipila es el resultado del desvío de su desembocadura en el siglo XVIII para la construcción del Arsenal y su muro perimetral) por detrás del Mar de Mandarache (por su vertiente izquierda La Algameca Chica) y conectando ambas con la Rambla de Benipila, proveniente de Mazarrón y conectando ambos municipios y el de Fuente Álamo, dato de enorme importancia para el estudio de todo el litoral en la antigüedad y las vías de comunicación con el interior, como ya vimos.

     Encontramos esta playa frente a la Isla de las Palomas y a los pies de El Roldán, una de las mayores alturas del ESPACIO NATURAL DE LA SIERRA DE LA MUELA, CABO TIÑOSO Y ROLDÁN, serranía caliza abocada al Mediterráneo perteneciente a la Cordillera Bética con picos de hasta 625 metros.

     En sus aledaños aparecieron a finales de los 80 (CNIAS – Pinedo, Miñano, Negueruela) ánforas romanas del período imperial Haltern 70, Dressel 7-11, Dressel 14 y Dressel 20.

42Pecio CALA AGUILAR

     Pasamos Cala Estrella y llegamos al corazón de esta ensenada delimitada por la Punta de la Podadera y Cabo Tiñoso, donde se encuentra, en primer lugar, la Playa de El Portus, dos calas de cantos rodados finos divididas por una colina y con sendos valles al interior conectados por vaguadas con la zona Noroeste de Cartagena (Canteras, topónimo debido a sus canteras de piedra romanas y Cartagena al Este y a las poblaciones de Galifa, Perín y Fuente Álamo hacia el Norte y la Azohía y Golfo de Mazarrón al Oeste).

     Su topónimo proviene del Latín Portusium, desaguadero, haciendo referencia a las ramblas de aluvión desde las que se accede a estas calas por tierra.

     A continuación y a los pies de la cara Este del Cabo Tiñoso, encontramos Cala Aguilar junto a las de Boletes y Salitrona, cala de arena con acceso muy escarpado desde tierra a cubierto únicamente de los vientos de Poniente y en cuyas aguas fueron encontrados restos anfóricos romanos junto a jarros medievales en las prospecciones de A. Rodero y el CNIAS en 1986.

43Pecio LA AZOHÍA

     La Diputación cartagenera de Perín antes aludida se extiende desde cerca de Fuente Álamo hasta el Mar Mediterráneo y la punta de Cabo Tiñoso, que es rodeada por su izquierda (desde Perín) por las ramblas que desembocan en El Portús, y por su derecha desemboca, entre valles y ramblas, en La Azohía, salvando las estribaciones de la Sierra de la Muela.

     Por mar, abandonamos las calas de Boletes y Aguilar y doblamos Cabo Tiñoso, pasando por Cala Abierta y Cala Cerrada, abrigos propicios para eludir temporales de levante pero de escasa entidad y calado y muy difícil acceso por tierra.

     Dejando el cabo a la derecha entramos de lleno en la Ensenada de Mazarrón, encuadrada en el más amplio Golfo de Mazarrón, que se extiende desde este cabo hasta Cabo Cope (Águilas).

     Este recodo de Levante arrojó importantes vestigios anfóricos púnicos y romanos, delatando su especial vinculación con el entorno de la Qvart-Hadast púnica y posterior Carthago Nova romana a partir de sus valles y ramblas, llegando hasta Fuente Álamo al Norte.

José Rodríguez Iborra