Cerámica de cocina

     Junto a las producciones de azul sobre blando y reflejo metálico, utilizadas como vajilla de mesa, durante los últimos siglos de la Edad Media aumenta la fabricación de otras cerámicas vidriadas, utilizadas básicamente en la cocina.

     La cerámica vidriada se había convertido en una forma barata e higiénica (pues el vidriado impermeabiliza la pieza) para su utilización en contacto con el fuego. Este tipo de producciones, ollas y marmitas, que por lo general van vidriadas únicamente al interior son una de las más abundantes en contextos arqueológicos bajomedievales.

     El tipo de vedrío más frecuente es el melado, color que se obtiene de una cubierta de plomo sobre barro ocre o rosado, siendo el color amarillo pajizo o color miel en función de que la composición tenga menos o mas hierro, respectivamente.

Otras producciones vidriadas

     Otra producción común, en yacimientos bajomedievales, es el verde manganeso. El color verde mediante la utilización de color verde. Esta técnica decorativa, muy frecuente en los talleres cordobeses durante la época del emirato independiente y el califato.

     Como sucedió con el reflejo metálico, la larga y rica tradición alfarera islámica, tuvo su continuidad en época bajomedieval en territorios cristianos, gracias también a la continuidad en el trabajo de alfareros moriscos; el verde manganeso, producido en origen en Medina Azahara, se continuó produciendo en los talleres de Teruel y Paterna, pero enriquecida con nuevos elementos iconográficos de la cultura cristiana contemporánea. Estas cerámicas, junto con las de reflejo metálico y azul sobre blanco, son las mayoritarias en cuanto a vajilla de mesa se refiere en época bajomedieval.

     También se documentan, aunque en porcentaje mucho menor, producciones importadas procedentes del norte de Italia, preferentemente del área toscana.

     Mención aparte merece, por su singularidad, los candiles rituales judíos hallados en excavaciones como las del Castillo de Lorca o Teruel. Estos candiles, denominados Hannukiyas, de los que han aparecido diferentes tipos en la judería del Castillo, aparecen en ocasiones vidriados, preferentemente en verde manganeso o melado.