Otras Producciones
La cuscusera
Además de las producciones descritas, son frecuentes en los yacimientos islámicos otro tipo de cerámicas, que presentan parte de su superficie horadada, con una intención funcional más que decorativa; es el caso de las cuscuseras, aunque también se utilizaban recipientes horadados para otros usos: queseras o coladores,
El cuscus, comida tradicional en el mundo islámico aún en la actualidad, era ya un plato cotidiano durante la Edad Media, al menos desde el siglo XII y XIII. Un viajero de origen granadino, Juan León El Africano, en sus viajes a través de las tribus bereberes del Atlas, describe la elaboración de este plato: "en invierno se cena carne guisada con un plato llamado cuscusu, preparado con pasta reducida a granos [¿¿] cocidos en una olla horadada que recibe el vapor de una marmita inferior".
La cerámicas de uso industrial
En algunas excavaciones, vinculadas a instalaciones industriales relacionadas con la alfarería, se recuperan utensilios cerámicos asociados a la fabricación de la cerámica. Los más numerosos son los atifles, similar a una estrella de tres puntas, sin vidriar, y que se colocaban en las pilas de cerámica que se introducían en los hornos, entre pieza y pieza, para evitar que se pegaran durante la cocción.
Menos numerosos son los discos cerámicos, piezas que se colocaban entre la base superior del torno y la pella de barro para permitir separarla del torno sin problemas. Recientes excavaciones han recuperado en Lorca dos de estos discos, con restos del vidriado que se aplicaba a las cerámicas y que conservaban incluso, impresa sobre el disco, la firma del alfarero al que pertenecía el disco.
El anafre
Es una pieza de uso cotidiano, frecuente en yacimientos andalusíes, utilizada a modo de pequeño hogar, para calentar los alimentos contenidos en ollas y cazuelas que se colocaban sobre él, aunque es posible que se utilizara para otros usos, como brasero o incluso como incensario. Está formado por dos cuerpos, el primero, troncocónico, con una abertura para extraer las cenizas, coronado por una rejilla, sobre la que se situaba las ascuas contenidos en el segundo cuerpo, y sobre las que se disponía la marmita o la cazuela en las que se preparaban los alimentos.