En época medieval, y sobre todo durante la Edad Moderna, es frecuente el hallazgo de producciones importadas, procedentes sobre todo del área norteafricana y de la península italiana.

Época medieval

     Aunque seguramente, a través de las rutas comerciales que unían los puertos andalusíes con otros del Mediterráneo Central y Oriental, debieron llegar cerámicas de importación, la inmensa mayoría de las documentadas en las intervenciones arqueológicas en la Región son producciones locales.

     Los alfares murcianos, como documentan las fuentes escritas, tenían gran prestigio, y sus cerámicas eran famosas en Al-Andalus. El mercado, tanto de producciones de lujo (como el reflejo metálico), como cerámicas de uso cotidiano (cocina, almacenamiento, iluminación o vajilla de mesa), estaba cubierto por la actividad de talleres alfareros locales, bien conocidos en ciudades como Murcia o Lorca, por lo que no era necesaria la importación.

Época moderna

     Uno de los hallazgos cerámicos más importantes realizados en Murcia en los últimos años fue el de un importante lote de cerámicas modernas, tanto producciones locales como importadas, recuperadas en el interior de un pozo negro de época moderna en la calle Platería 14.

     Entre ellas había cerámicas procedentes del área catalana, cerámica talaverana y, lo más destacable, un importante conjunto de cerámica italiana, procedente de Génova y Pisa, importaciones fechadas en torno al siglo XVII. Son significativas las realizadas en azul oscuro sobre azul pálido, técnica denominada berettino. Este lote cerámico permite conocer mejor las relaciones comerciales entre el área italiana (Génova) y el sudeste peninsular, comercio que durante el siglo XVI se establece en Alicante, pero que a partir de la centuria siguiente se trasladó al puerto de Cartagena.

     Durante las excavaciones también se excavó un pequeño fragmento de porcelana china de la dinastía Ming, porcelana cuya adquisición, debido a su elevado coste, estaba reservada a élites adineradas.