Técnica de fabricación

     Una variedad del vidriado fue la técnica de la cuerda seca. Aparece por primera vez a finales del siglo X; era una técnica innovadora pues permitía que los colores se mantuvieran separados entre sí, delimitados por pequeños relieves. Esta presente, y fue fabricada, en diferentes lugares del Califato de Córdoba.

     Consistía en trazar los perfiles de los motivos decorativos que se hubieran elegido para una pieza con pintura de manganeso, grasa y pigmento, que eran rellenados posteriormente con barnices vitrificables de varios colores (blanco, negro o melado). Permitía al artesano desarrollar unos motivos polícromos que nunca antes habían sido visto en Al-Andalus. Debido a su complejidad técnica debieron ser piezas bastante caras.

Tipos de cuerda seca

     La cuerda seca parcial en la que la decoración es sólo esporádica, rellenando con correones de barniz coloreado con la misma tonalidad. Entre los motivos destaca el cordón de la eternidad y los geométricos (círculos concéntricos, elipses, ajedrezado, triángulos, dientes de sierra). Es probable que la finalidad en este tipo de producción fuera únicamente ornamental ya que en la cuerda seca total, en las que las cerámicas estaban vidriadas íntegramente con el fin de obtener una finalidad impermeabilizadora.

     La cuerda seca total en el que se rellena toda la pieza con elementos decorativos que previamente se han seleccionado. Entre los temas empleados destacan los vegetales, geométricos y epigráficos.