Descripción

     El esgrafiado es una técnica decorativa consistente en realizar incisiones mediante un punzón en la capa superficial del objeto o pared que se desea decorar, siguiendo un programa decorativo definido previamente, dejando al descubierto la capa inmediatamente inferior. El esgrafiado se podía emplear por tanto, tanto en cerámicas, como en vidrio o en enlucidos de muros.

     Aunque es una técnica muy antigua, pues está constatada ya en el IV milenio a.C, es durante la Edad Media cuando el esgrafiado alcanza su máxima perfección técnica, siendo utilizada en el mundo islámico para decorar piezas del servicio de mesa (jarritas y jarritos) y cerámicas de almacenamiento (jarras y jarros), donde es habitual encontrarla combinada con otras técnicas decorativas como el estampillado.

     En el caso de la cerámica, el esgrafiado se realizaba antes de la cocción de la cerámica, aplicando sobre el objeto una capa de óxido de manganeso, sobre la cual se realiza la decoración mediante un punzón muy afilado.

La cerámica esgrafiada en la Región

     La cerámica esgrafiada alcanzó un gran desarrollo en la Murcia del siglo XIII, convirtiéndose en uno de los máximos exponentes de las artes decorativas murcianas. Es probable que los artesanos se inspiraran en la metalistería, intentando imitar sus decoraciones e incluso los perfiles de las piezas, aunque es innegable que buena parte de sus programas decorativos tuvieron un desarrollo y evolución propia.

     Los motivos decorativos empleados:

  • Epigrafía. Se trata de generalmente de frases coránicas.

  • Motivos vegetales. Son frecuentes los tallos vegetales anudados.

  • Trazos geométricos (espiral, aspa, triángulo, trama romboidal, líneas diagonales, etc.).

  • Otros: trenza, lacería, estrella, mano de Fátima, figuras humanas y de animales.