El registro arqueológico

     La mayor parte de los materiales arqueológicos que se encuentra en un yacimiento suelen ser cerámicos, si exceptuamos el Paleolítico. Son los materiales que predominan en el registro, y esto se debe no sólo a que sea el material que se conserva mejor, también porque desde su descubrimiento, era el más fácil y económico de producir.

     Pero junto con la cerámica, aparecen restos arqueológicos de otro tipo: vidrio, metal, hueso, restos textiles o piedra, que a pesar del deficiente estado de conservación en el que suelen aparecer o su escasez, aportan multitud de datos complementarios sobre diferentes aspectos económicos, sociales o religiosos. La diversidad de objetos recuperados en la Región, la mayor parte de ellos bajo los cascos urbanos de Murcia y Lorca, además de Medina Siyasa, permite realizar una aproximación a las formas de vida y labores propias del ámbito doméstico andalusí.

Otros objetos

     Los restos de industria textil son muy escasos, habiéndose encontrado restos en la exhumación de un cadáver vestido con un tejido de hilos de oro datado a finales del siglo XII. Más numerosos son los hallazgos de herramientas fabricadas en piedra, sobre todo en el ámbito rural. Destaca en este sentido los molinos, como los aparecidos en la Mezquita del Centeno (Lorca) o el fragmento de un gran pebetero decorado hallado en el casco urbano de Lorca. También se conserva algún objeto fabricado en yeso, generalmente adornos o amuletos, entre los que cabe destacar la mano de Fática, decorada a la Almagra, de la Calle Álamo de Lorca.

     Más frecuentes son los objetos en metal (bronce, hierro) relacionados en su mayoría con el adorno personal, como la hebilla de cinturón con epigrafía procedente de la Mezquita del Centeno, o de uso complementario (tinteros, punzones, agujas, etc.).

     Los útiles en hueso están vinculados con la industria textil (rueca, punzones) o con el adorno personal (punzones, peines, pasadores).