Una fuente arqueológica de gran valor histórico

     La cultura material es una de las principales fuentes arqueológicas que permiten a los historiadores conocer las sociedades del pasado. Los materiales recuperados en las intervenciones arqueológicas son, por tanto, el principal objeto de estudio de la arqueología y su principal herramienta para comprender la Historia, sobre todo cuando no se dispone de fuentes escritas.

     Cuando el arqueólogo, o el historiador, estudia la cultura material de un yacimiento, se refiere principalmente a sus manufacturas: herramientas, cerámicas, armas, vestidos, objetos de adorno, elementos ornamentales, etc. Sin embargo el término también engloba las evidencias del impacto de la acción humana sobre el medio ambiente que le rodeaba: carbones (procedentes de hornos, hogares, braseros o incendios provocados o fortuitos), semillas, restos de talla, de extracción de minerales o piedra, deforestación, etc.

El impacto de la actividad humana en el medio que le rodea

     El estudio de los restos recuperados en una excavación arqueológica permite a la Arqueología, además de ubicarlos cronológicamente en un período determinado, extraer conclusiones históricas acerca de múltiples aspectos de la vida cotidiana de los grupos humanos estudiados: los tipos, decoraciones o formas cerámicas ofrecen una valiosa información sobre el grado de desarrollo tecnológico, la riqueza económica o sobre los intercambios comerciales de una sociedad. Los restos de incendio o carbones permiten conocer el medio que les rodeaba o los productos que consumían. La presencia de manufacturas de metal o vidrio aporta pistas sobre el grado de desarrollo tecnológico de una cultura (en función de las técnicas de fabricación o decoración utilizadas) o de la importancia de sus relaciones comerciales (origen de las manufacturas o de las materias primas).

     Su datación se realiza no sólo a través del estudio estrictamente arqueológico, ya que en muchas ocasiones se necesita la colaboración de otras disciplinas ajenas a la arqueología. El estudio de semillas, realizado por biólogos, de los restos óseos (enfermedades, sexo, edad, etc.), efectuado por antropólogos, de los niveles de tierra que colmatan un yacimiento de cuyo estudio se encarga la geología, hacen del trabajo arqueológico, del estudio de la cultura material y de la datación cronológica una empresa multidisciplinar.