Noria Amir I

La profundidad del pozo es difícil de establecer, ya que en su interior aún contiene agua, pero oscila entre en los 8 y los 10 metros.

La rueda sigue presente junto con el eje con rodamientos, que se encuentran apoyados en los lados del alzado de la base.

Las dos coronas de la noria se conservan en bastante buen estado, así como la base que, como en la mayoría de los casos de la zona, es de mampostería para que el engranaje tuviera una cimentación suficiente para sostenerse.

Otro de los elementos que se encuentra en buen estado es el mayal donde iba amarrado el animal, que se encargaba de mover la noria y el tirante que los unía a todo el engranaje.

El paso del tiempo y el desuso en el que se encuentra la noria es patente, sobre todo viendo la perdida de radios en su rueda y la ausencia de paletas.

Los demás elementos asociados como vasijas, cantaros, elementos de riego¿.,han desaparecido ante el abandono del inmueble. Es de resaltar que en estos casos, después de un total desmantelamiento de los inmuebles, nunca se encuentren ni los cangilones ni la maroma que los ataban a la rueda.

No nos podemos olvidar de la balsa anexa a la construcción de factura moderna probablemente de mediados del siglo pasado. En ella se recogía el agua que manaba de la noria y en la actualidad la que se saca gracias al motor de extracción. La balsa esta realizada con cemento y ladrillos, teniendo 15 metros de largo por 7 de ancho.