CASTILLO DE ALEDO Y TORRE DEL HOMENAJE O CALAHORRA

Aledo es citado como hisn por primera vez con motivo de la expedición efectuada por el emir Abd Allah a Tudmir en el año 896, contra el rebelde muladí Daysam b. Ishaq. Desde 1086 un pequeño ejército de castellanos al mando del capitán García Jiménez utilizó el enclave como punto de partida en sus incursiones a los cercanos reinos de taifas, resistiendo durante cuatro meses en 1088 el asedio de los ejercitos andalusíes.

No será hasta 1092 cuando un nuevo cerco de los almorávides rinda la plaza por hambre. Debió ser durante esta etapa política cuando Aledo adquiere el carácter de verdadero poblado fortificado de grandes dimensiones. Tras el Pacto de Alcaraz (1243) y su paso a manos cristianas, Alfonso X lo concede a la Orden de Santiago.

El hijo de Alfonso XI otorga facultad a Bernal Alfonso para mejorar la villa y su término concluyendo la repoblación y mejora de sus defensas a finales del siglo XV. Carlos V la premió en 1521 otorgándole el título de Villa Muy Leal. La importancia de Aledo en este periodo queda de manifiesto por una carta del Rey dada en Simancas el 25 de julio de 1592, en la que se autoriza a la villa de Aledo a emanciparse de la jurisdicción de la Encomienda haciéndola "sobre sí" y dándole el privilegio de tener "horca, picota (que aún se conserva), cuchillo y cárcel".

La Torre del Homenaje de la fortaleza de Aledo comenzó su andadura en un momento indeterminado entre finales del siglo XIII y la primera mitad del siglo XIV; el techo cronológico de su finalización tal vez sea el último cuarto de dicha centuria. El área fortificada de Aledo tiene unas dos hectáreas. Presenta un diseño urbano de tipo musulmán, que consta de tres partes: al sur, la alcazaba o fortaleza, la plaza y la zona residencial. La muralla tenía 800 metros, con diferentes arquitecturas.

A finales del siglo XV la fortaleza de Aledo tenía un total de ocho torres, suma de la época musulmana y cristiana. La torre del Homenaje o Calahorra, tiene planta cuadrada y se divide en tres alturas y terrado; se levanta sobre terreno rocoso que previamente fue nivelado con una plataforma maciza. En un principio, es muy probable que el acceso al edificio y la comunicación entre plantas se efectuara usándose escalas móviles de madera que, con el tiempo serían sustituidas por otras de obra.

Planta baja

Aljibe de dos naves paralelas de planta rectangular cubiertas con bóveda de cañón y separadas con un grueso muro de cal, que carga con el peso de los pilares de los cuerpos superiores. La cisterna se alimenta con agua de lluvia, aunque, por ahora no se tiene constancia de su sistema de recogida y canalización.

Primera Planta

Sala de planta cuadrada cubierta por una estructura abovedada de ladrillo. En el centro de la estancia se levanta un pilar de ladrillo abrazado por una fábrica de argamasa de cal, con las esquinas recortadas en chaflán, a partir del cual se desarrollan hacia el centro de las paredes de la torre cuatro arcos apuntados de centros interiores, que descansan sobre ménsulas de piedra .

Segunda planta

Estancia de morfología similar a la primera pero de mayor altura. Tiene planta cuadrada, y un pilar de mortero de cal encofrado  y ladrillo, de esquinas en chaflán, desde el que surgen cuatro arcos apuntados de centros interiores hacia el centro de cada pared.

Fuentes:

• Servicio de Patrimonio Histórico.
• Navarro Suarez, Francisco J. Castillos de Murcia.