Restos de Muros [Castillo de Pliego]
Restos de Muros

    Dos partes distinguidas

    Según los arqueólogos Sánchez Pravia y García Blánquez, quienes, hasta el momento, han realizado el estudio arqueológico más completo, la fortificación presenta dos sectores claramente diferenciados: la fortaleza y la barrera.

    La fortaleza es el elemento principal, y está inscrita en una planta ligeramente triangular, con sus muros jalonados por siete torres medianas y un torreón de grandes proporciones que flanqueó la puerta de acceso a la fortaleza. El otro sector, llamado en los documentos antiguos de los visitadores de la Orden de Santiago la barrera, se extiende hacia el levante, mediodía y poniente de la fortaleza, como una antemuralla, semicerrada y probablemente con un interior inhabitado.

    La fortaleza -siguiendo a los investigadores citados-, fue levantada en una sola fase constructiva, utilizando masivamente tapiales de argamasa en todas las estructuras, y se le dotó de una antemuralla en ciertas zonas. El acceso al interior estuvo situado en el costado del mediodía, y como tal zona débil de la fortificación fue flanqueado por dos grandes torres que defendían perfectamente la puerta. En su interior, que estuvo dotado una vez de diferentes dependencias, se sitúa un aljibe cimbrado y guarnecido por un lienzo de muralla que arranca desde el castillo. Destaca en esta zona la torre principal de la fortificación, que fue restaurada hace unos años, y que es una impresionante construcción de tapial que aún conserva su altura original y sus almenas.

    El muro perimetral, o barrera, también está levantado con tapiales de magnífica calidad, conservando aún en algunas zonas el camino de ronda, pretil y almenas. Probablemente, en su día sirvió para refugio de la población y sus ganados frente a un ataque enemigo.