Raíces musulmanas

    Según Alonso Navarro, el origen de la fortaleza de Librilla ha de situarse hacia el siglo XI. Al Idrisi, un importante geógrafo musulmán, mencionaba en el siglo XII el lugar de hisn Limbraya, lo que atestigua la existencia de una fortificación que centralizaba el espacio rural circundante, estructurando diferentes aspectos de la vida cotidiana del sureste andalusí. Un hisn era un enclave defensivo que, en caso de peligro, podría albergar a la población dispersa que, dedicada a labores agropecuarias, explotaba los campos. Era, por tanto, lugar de refugio de personas y ganados que, en este caso, controlaba una importante vía de comunicación.

    De mano en mano

    Con la incorporación del reino de Murcia a la corona de Castilla, Don Alfonso X El Sabio donaba la villa de Librilla y la vecina de Alhama a García de Villamayor. No obstante, en fecha poco posterior, Librilla pasó a formar parte de los extensos señoríos del infante don Manuel, hermano del rey de Castilla e hijo de Fernando III. Y sería uno de los lugares que heredaría su hijo don Juan Manuel, adelantado mayor del reino de Murcia, además de trascendental político y escritor de la España medieval. Los disturbios internos de la corona de Castilla, y las frecuentes desavenencias de Don Juan Manuel con el monarca, llevaron a éste a ceder temporalmente Librilla al concejo de Murcia (1336-1337). Tras el fallecimiento del adelantado, y la gradual desintegración de sus inmensos señoríos, la villa y su fortaleza llegaron a manos de don Alfonso de Aragón, quien las vendió a Alfonso Yánez Fajardo, quien se declaraba su señor en 1382.

    Finalmente, dominio de los Fajardo

    A partir de aquel momento, Librilla entró a formar parte de los señoríos de la familia Fajardo, quienes patrimoniarían también el cargo de Adelantado Mayor del Reino de Murcia. Apenas unos años después, el rey de Castilla les concedió también el señorío sobre Alhama, lo que les permitió tener un señorío conjunto al que, poco tiempo más tarde, añadirían el de Molina Seca. En Librilla, según el P. Ortega, los Fajardo construyeron una residencia en el interior de la fortaleza, que estaría situada en el solar que hoy ocupa el edificio consistorial. Constituida en villa en 1458, Librilla continuaría siendo señorío de los posteriormente marqueses de los Vélez hasta las desamortizaciones del siglo XIX.