Fachada del Museo de Bellas Artes de Murcia
Fachada del Museo de Bellas Artes de Murcia

     La primera obra sobre Historia de Murcia es la de un importante intelectual del siglo XVII: el licenciado Francisco Cascales, quien desarrolló toda su carrera en Murcia, fue el autor de los Discursos Históricos de Murcia y su Reino. En el Discurso I de esta obra, resumía toda la historia del reino de Murcia.

     Por estas fechas se tiene constancia del hallazgo de piezas arqueológicas en el antiguo Reino de Murcia, como el altar de mármol blanco hallado en las laderas del Cerro de la Concepción de Cartagena a finales del siglo XVI, y que tras diversos avatares terminó en el Museo Arqueológico de Barcelona.

     En el siglo XVIII se llevan a cabo una serie sistemática de excavaciones arqueológicas en todo el territorio nacional, alentadas por monarcas ilustrados como Carlos III. De estas actuaciones Murcia quedó al margen, a pesar de la gran importancia que había tenido la ciudad romana de Carthago Nova. Aun así, son frecuentes las alusiones a hallazgos arqueológicos de importancia producidos en diferentes circunstancias, en los trabajos de F. Cerezuela (1726), N. Montanaro (1740-50) o el Conde de Lumiares (1796).

     En este ambiente intelectual, apoyado por la corona, se inscribe la creación de la Comisión de Antigüedades de la Real Academia de la Historia, institución que fue durante el siglo XVIII una de las principales impulsoras de los estudios arqueológicos. De la gran cantidad de documentación conservada en la Real Academia sobre Murcia, con documentos de naturaleza diversa (expedientes, dibujos, planos, calcos...etc), destaca la referencia al hallazgo en Mazarrón de tres esculturas de mármol, con sus correspondientes basas, una carta del Canónigo Lozano en la que se habla de la existencia de unos mosaicos en el hospicio cartujano de Bigastro, o los informes de Agustín Juan Poveda (1776-1826) sobre los hallazgos de época romana y las excavaciones realizadas por él en el Puerto de Mazarrón. En esta centuria hay que destacar la figura del Canónigo Lozano, autor de Bastitania y Constestania del Reino de Murcia e Historia Antigua y Moderna de Jumilla y descubridor de los mosaicos de la villa romana de Los Cipreses de Jumilla.

     Durante el primer tercio del siglo XIX Juan Agustín Ceán Bermúdez recorrió España interesándose por las antigüedades romanas para la elaboración del Sumario de Antigüedades Romanas. Para la región de Murcia hay que destacar el gran número de yacimientos recogidos, un trabajo sistemático en el que en muchas ocasiones aparece por primera vez citado un lugar de la región, constatando la existencia de restos romanos.

     Durante la segunda mitad del siglo XIX desarrolla su labor la Comisión Provincial de Monumentos de Murcia (1844-1898), institución que logró evitar la desaparición de multitud de objetos de interés histórico y arqueológico, y que además fue el germen de museos, archivos y bibliotecas; así, en 1868 abría sus puertas en Murcia el Museo Provincial, que tuvo su primera sede en el Salón de Oriente del Teatro de los Infantes, trasladándose poco tiempo después al Salón principal de la antigua sala de Armas del Contraste de la Seda. A partir de 1932 se instaló en lo que ahora es el Museo de Bellas Artes de Murcia, hasta que se trasladó definitivamente al nuevo edificio construido en la Avenida Alfonso X el Sabio a mediados de la década de los 50.