Vista del Interior[Iglesia de Ntro. Padre Jesús Nazareno De Murcia (Museo Salzillo)]
Vista del Interior
Paso Procesional Los Azontes[Iglesia de Ntro. Padre Jesús Nazareno De Murcia (Museo Salzillo)]
Paso Procesional Los Azontes

Arquitectura

El Museo Salzillo en 1999 se encontraba compuesto por la iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno (siglo XVIII) de planta central con deambulatorio, el edificio propiamente del museo (1953-1959), y la fachada del palacio de Riquelme transportada a este lugar en la década de los 60 y colocada sobra una crujía incomunicada con el resto del conjunto.

El conjunto presentaba, tanto en sección como en planta, una carencia de unión entre las tres edificaciones existentes. Encontrándose en buen uso la iglesia de Jesús, salvo la rotonda superior y los tejados de las capillas; en estado obsoleto el edificio propiamente del museo, que albergaba una vivienda del conserje; y la fachada del palacio de Riquelme, cuya puerta no se utilizaba, tenía las crujías superiores incomunicadas al edificio intermedio.

El edificio ha sido rehabilitado recientemente por el arquitecto Yago Bonet Correa, creando un nuevo cuerpo, que se manifiesta como el nuevo museo, junto al vestíbulo principal de la puerta de Riquelme.

Esculturas pasionarias

Se muestran en las capillas radiales de la iglesia.

'La Caída' (1752). Episodio evangélico que habla del momento en que los judíos conducen a Jesús por la calle de la Amargura, para crucificarle, en el preciso instante en el que cae a tierra y Simón de Cirene es obligado a ayudarle con la cruz. En este paso reflejó el contraste entre la fiereza de los sayones que aumentan el dramatismo de la escena y la imagen dulce, dolorida y suplicante de Jesús. Destacar el realismo de los amoratamientos de las imágenes, de las heridas y de los ojos ensangrentados.

'La Oración en el Huerto', terminada en 1754. Representó el momento de la última oración de Jesús en el Huerto, mientras los apóstoles Pedro, Santiago el Mayor y Juan duermen, en cuyo instante, el Señor es fortalecido por el arcángel. Los apóstoles representan las edades del hombre y es un estudio del sueño en cada edad.

La 'Verónica' (1755). Va vestida como una dama de la época y sostiene en sus manos el paño con el que enjugó el rostro de Jesús. Originariamente este lienzo con el rostro de Jesús fue pintado por Salzillo. Esta imagen conjuga esa dobla vertiente de elegancia y dolor. Su rostro es hermoso y expresivo. Destacar la expertísima labor de policromado de los zapatos.

'San Juan' (1756). El santo muestra a gran escala el clásico 'paso' salzillesco, consistente en avanzar una de sus piernas en una dinámica sensación de movimiento. El gesto y su equilibrada disposición rememoran los ambientes elegantes del rococó, dotándole de un aire cortesano extraño al misticismo de los restantes "pasos".

'Dolorosa'. La terminó en 1755. La representó cuando camina hacia el Gólgota en el momento de exteriorizar su inmenso dolor. Paradigma de la escultura procesional murciana por su carga expresiva y belleza de su rostro. Se trata de una imagen de vestir para obtener un mayor realismo que el de la escultura de talla entera. La mirada se dirige hacia lo alto, con ojos grandes, el rostro lleno y terso. Su naturalismo le lleva a fijarse en los rostros de las mujeres de la tierra. El cambio que hace Salzillo de Soledad a Dolorosa es significativo. La Soledad es una imagen recogida y angustiada representada en los momentos que siguen a la crucifixión. Este sentimiento era ajeno a la secuencia del viernes santo, cuyo desfile estaba calculado para narrar los pasajes previos a la muerte de Jesús. Salzillo consciente de ello, alteró el modelo y creó una imagen abierta, declamatoria y expresiva, contraria a una Soledad, de ejes compositivos cerrados.

La 'Santa Cena' (1763). Jesús y sus doce apóstoles aparecen en torno de una mesa. Destacar la carga expresiva de cada apóstol, sus gestos y actitudes. En la Última Cena, las palabras de Cristo anunciando la traición se valoran más que el sentido eucarístico de la escena. Y ello, porque convenía a Salzillo destacar el dramatismo del momento, con la consiguiente reacción de los apóstoles. Junto a Cristo permanece San Juan. Judas es extrávico, para aumentar su fealdad física y moral y no se le hace digno de portar la camisa huertana, prenda que se convirtió en las señas de identidad del habitante de la localidad, y también típica del área mediterránea.

'El Prendimiento', del mismo año que la anterior. También conocido por el 'Beso de Judas'. Representa el momento bíblico en el que Judas Iscariote, con un beso traidor, identifica a Jesús ante los soldados romanos, para que, de esta forma, pudieran reducirlo a prisión. Comprendemos la distinta naturaleza moral de ambos, mediante el gesto esquivo de Cristo que rechaza, aunque acepta, el beso de identificación del traidor.

'Los Azotes' (Jesús atado a la Columna). La terminó en 1777. En este 'paso' representó el cruel momento de la flagelación de Cristo en el Pretorio. Al finalizarlo tenía setenta años de edad. Resolvió bien la composición para su contemplación en movimiento. Cristo abre en compás las piernas para afirmar el equilibrio. Destacar el realismo en el amoratamiento de la imagen y en las heridas, aunque en este caso no incurre en un detallismo lacerante.

El titular de la Cofradía 'Nuestro Padre Jesús Nazareno', no es obra de Salzillo. Fue adaptado a la estética procesional en el siglo XVII por Rigusteza. Aparece expuesta tras el altar mayor.

Esculturas no pasionarias: tallas, bocetos y el belén

Los bocetos conservados del artista son numerosos, modelados en barro, reflejan la originalidad, creatividad y maestría de su autor, así como las técnicas utilizadas.

Esculturas de oratorio. Fueron encargos especiales para disfrutar en privado.

El Belén. Relató con imágenes la infancia de Jesús a través del Evangelio. Esta colección la fue haciendo poco a poco y durante largos años. Las figuras fueron muchísimas, con unas medidas que van desde los 10 a los 30 centímetros. Lo más destacable es el hecho de que las dotó de un gran realismo, además de ambientarlas con aires y costumbrismos murcianos de la época.