Nos encontramos ante una imagen de vestir, como en buena parte de los nazarenos procesionales se trata de una figura en la que sólo estan talladas cabeza, manos y pies, dejando libertad para cambiar la túnica que la viste.

Esta iconografía corresponde al momento pasional en el que Cristo carga con su cruz camino del Calvario. Es la imagen de Jesús Nazareno vestido con túnica de terciopelo en color morado y con detalles y puntillas en oro. Bajo la túnica asoma en el cuello y manos la puntilla blanca de la camisa, detalle que suele estar pintado en este tipo de tallas. La túnica se sujeta a la cintura por un cordón a modo de cíngulo en color dorado.

Es una escultura de composición cerrada. La imagen de Cristo se dispone de frente, con la cruz sobre el hombro izquierdo. Para dejar espacio al madero, la cabeza se gira hacia la derecha.

El rostro es muy singular, los ojos de cristal tienen una mirada muy triste y dolorida. Una larga melena que lleva hasta casi la cintura sustituye a una peluca anterior de pelo natural.

Ha sido restaurada por el escultor don Antonio Carrión Valverde.

Aún siendo  una obra relativamente moderna, de finales del siglo XIX, responde a la línea tradicional de este tipo de imágenes procesionales. No se olvida pues el carácter dramático que ha de ofrecer la obra bajo la forma de signos de violencia, expresión de sufrimiento en el rostro, etc...

Nombre: Nuestro Padre Jesús Nazareno

Objeto: Escultura.

Autor: Anónimo

Fecha: Siglo XIX

Ubicación: Iglesia de San Francisco Javier  San Javier