Es de pequeñas dimensiones, realizada en madera con la técnica del lienzo encolado, talla y policromía. (Sólo son talla la cabeza, las manos y los pies, el resto es enlienzado.) A la policromía de intenso colorido, se suma la delicadeza de la estofa, el brillo de las carnaciones y un expresivo lenguaje de manos.

   Sánchez Moreno y Francisco Candel describen esta escena como la visita de Santa Isabel y San Zacarías a la Sagrada Familia, en contraposición a Belda Navarro que se inclina más por la tradicional interpretación de la obra, compuesta por los padres de María (San Joaquín y Santa Ana), debido a la ausencia de San Juan. En realidad es una escena imaginaria no recogida en el canon bíblico.

   El grupo está concebido como una "Sacra conversazione", todas las figuras giran en torno al Niño que sostiene María en sus brazos, describiendo actitudes propias de un ambiente místico y familiar. Los protagonistas aparecen en actitud de conversar, en esa doble visual salzillesca de aunar lo humano y lo divino. Salzillo es muy dado a representar escenas sagradas como situaciones cotidianas.

   Observaciones

   La iconografía aquí presente fue algo común a partir del Renacimiento como devoción propia de la burguesía. La composición es originalísima, acaso inspirada en un cuadro anónimo que había en la iglesia de Santa Eulalia o en el que hubo en una sala del Palacio Episcopal de Murcia, ambos destruidos.

   El éxito de Salzillo en esta obra radica en la habilidad que demuestra al insertar las figuras dentro del conjunto. Es patente el dominio que tiene de las proporciones y del volumen. La composición es geométrica, siendo San José el vértice y el Niño el eje de la misma. Mientras San Zacarías y Santa Isabel (San Joaquín y Santa Ana), aparecen en primer plano vueltos hacia el Niño, punto focal de la escena, y San José discretamente relegado al fondo ante un libro abierto, participa indirectamente del diálogo, con rostro ausente y distraído.

   El lenguaje de las manos infunde en los personajes una sensación de movimiento que nos envuelve, San Joaquín (Zacarías), Santa Ana (Santa Isabel) dirigen sus manos hacia la figura central de María. San Joaquín (Zacarías) parece estar explicando algún asunto y Santa Ana (Santa Isabel) induce a pensar que esta llamando al Niño a sus brazos. Por otra parte, María arrulla al Niño con gran delicadeza y san José, inclinado sobre una columna en que descansa un codo, apoya la barbilla en la mano. Sin duda, Salzillo domina la anatomía humana, el tratamiento de las manos y el cuello así lo demuestran.

-Nombre: La Sagrada Familia

-Objeto: Escultura

-Autor: Francisco Salzillo Alcaraz

-Fecha: Siglo XVIII. Hacia 1735

-Ubicación: Capilla de la nave lateral derecha de la Iglesia de San Miguel, Murcia