Óleo realizado en lienzo. Es de grandes dimensiones. Mide 1,80 metros por 2,71 metros aproximadamente.

Se trata de la representación de San Francisco con el lobo de Gubbio.

Cuenta su hagiografía que cuando el santo regresó del monte Alvernia, después de haber recibido las llagas o estigmas de Cristo, se dirigió de nuevo hacia Asís pasando por Castello y por Gubbio. Cuando estaba en esta última localidad se produjo una gran nevada y los lobos bajaron de los montes al campo en busca de alimento y cobijo.

Un lobo feroz amenazaba a la población que estaba aterrorizada, en el camino se encontró con San Francisco siendo amansado por el santo.

La escena representada es precisamente esa, el encuentro del lobo con el santo de Asís. Al fondo se ve la ciudad de Gubbio.

Biografía

San Francisco de Asís nació en Italia en 1182. Era hijo de Pedro Bernardote y Pica.

Su padre era un rico comerciante, pero a Francisco no le gustaban ni los negocios ni los estudios. Su sueño era hacerse caballero.

Su hagiografía relata como a raíz de un suceso acontecido durante su periplo caballeresco, su vida dio un giro. Cuando estaba rezando un día  en la iglesia de san Damián, le pareció oír que Cristo le hablaba, incitándole a reparar dicha iglesia que estaba en ruinas.

Así pues Francisco de Asís se fue a su casa y vendió su caballo y una buena cantidad de telas del almacén de su padre con el objeto de reparar la iglesia de San Damián.

A partir de entonces Francisco también renunció al siglo, despojándose de sus prendas de vestir y tomando el vestido de un campesino, una túnica muy sencilla, amarrada a la cintura  por un cordón. Este será posteriormente el hábito de los franciscanos.

Desde entonces vivió de la limosna, recorriendo campos y pueblos, predicando, cantando y meditando.

Nombre: San Francisco con el Lobo.

Objeto: Pintura.

Autor: José Almela Costa.

Fecha: Mediados del siglo XX.

Ubicación: Iglesia del Convento de Santa Catalina del Monte.