Es una talla realizada en madera policromada de tamaño natural.

Se trata de la representación de Cristo yacente.

El cuerpo de Cristo yace sin vida tendido en un sudario sobre el suelo. Esta ubicado dentro de una urna de cristal, la cual sirve para proteger la escultura.

El modelo que sigue es semejante al difundido por José Planes, otro gran escultor de nuestra época.

Cristo, esta desnudo con un pequeño paño que cubre sus partes nobles. El cuerpo desvestido permite ver la anatomía y el padecimiento al que se ha visto sometido.

Es un cuerpo magullado, con múltiples heridas. Como en la tradición castellana el autor gustó de delinear este aspecto dramático de la escena. Son también considerables las heridas en ambas rodillas, la del muslo derecho y las producidas por los clavos en las manos y pies.

La cabeza se apoya sobre un cojín de color lila, con adornos en dorado. Los ojos están entreabiertos, al igual que la boca.

El escorzo de la figura es suave, la traza de los pliegues de la sábana, uno de cuyos extremos sirve como paño de pureza, no posee la complicación de las trazas barrocas.

Observaciones

Francisco Liza, nace en 1929 en la pedanía murciana de Guadalupe.

Desde muy tierna edad comienza a modelar figuras en barro. Es un fiel seguidor de la obra de Francisco Salzillo.

Fue discípulo de González Moreno y de Sánchez Lozano. Los dos grandes imagineros del siglo XX.

Se dedica fundamentalmente a la imaginería barroca de estilo salzillesco, así como a la artesanía de belenes, de gran tradición en Murcia.


Nombre: Cristo Yacente.

Objeto: Escultura.

Autor: Francisco Liza.

Fecha: Finales del siglo XX.

Ubicación: Iglesia San José de Águilas.