Es una pintura realizada en óleo sobre lienzo, de  tamaño grande, unos 2¿25 metros x 1¿05 metros.

Se trata de la escenificación de la Inmaculada Concepción o la Purísima.

Este es un tema muy recurrente en los siglos XVII y XVIII, motivo frecuente de representaciones artísticas.

La forma de concebir esta advocación será imitada a lo largo de los siglos.

La Virgen se coloca de pie, en este caso en lugar de frente,  girada hacia uno de los lados. Se alza sobre un pedestal en forma de nube. Bajo los pies de María aparece la serpiente con cabeza de dragón, símbolo del pecado original.

Dos grupos de querubines contemplan la escena desde los alto, a ambos lados en las esquinas del lienzo. A su vez, bajo la nube, y a su alrededor aparecen cuatro ángeles pequeños y dos querubines, de graciosas formas.

Las manos de la Virgen se juntan hacia el pecho y hacia delante, en actitud de oración. Por encima de María, está la paloma que representa al Espíritu Santo. El colorido empleado es muy agradable.

Observaciones

Este cuadro fue restaurado por el Instituto de restauración de Verónicas, de la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad Autónoma de Murcia.

Nombre: La Purísima

Objeto: Pintura

Autor: Pintor de la Cien Cabezas

Fecha: Siglo XVIII

Ubicación: Iglesia de la Purísima Fortuna