Fachada de la Iglesia [Monasterio de Sta. Clara]
Fachada de la Iglesia

El Real Monasterio de Santa Clara es un conjunto conventual compuesto de Iglesia y Convento con un interesante claustro, mezcla de gótico y barroco. Su construcción se inició en el XIV y duró hasta el siglo XVIII, siendo su estilo predominante a nivel general el barroco.

Ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de su historia, siendo destacables la del convento en el siglo XVII y el inicio de la nueva iglesia por Melchor Luzón, ya en la segunda mitad de esa centuria. En el siglo XVIII se decoró el interior de la iglesia con yeserías barrocas.

Estructura

La iglesia presenta planta de cruz latina, con una sola nave a la que se abren cuatro capillas laterales intercomunicadas; un crucero y un gran presbiterio en el que lo más destacado es el tabernáculo, obra conjunta de José Ganga Ripoll y Francisco Salzillo. Cabe destacar la exuberante y profusa decoración a base de rocallas de estuco.

El crucero se cubre con cúpula, muy decorada, y hay dos coros, uno alto a los pies, y otro al fondo del presbiterio.

Al exterior, la fachada se organiza en dos niveles, el primero, de igual altura que las naves de la iglesia, y el segundo compuesto por dos torres con celosías.

Portada, sencilla, con pilastras, ménsulas a modo de capiteles y un ático formado por una hornacina flanqueada por sendos jarrones de tono barroco. La escultura de la portada es obra de Manuel Mateo.

Se conserva el antiguo presbiterio de la iglesia del siglo XV, decorado con dragones verdes. El claustro barroco (lado este) se encuentra cubierto por bóvedas de arista que surgen de gruesos pilares.

Claustro

El claustro es gótico o isabelino, llamado así por ser obra realizada en tiempos de los Reyes Católicos, se ubica en el ala norte y está compuesto por dos cuerpos, el inferior corresponde a un pórtico de siete arcos rebajados y moldurados, apoyados en pilares cuadrados con capiteles hexagonales, el superior consiste en una galería formada por numerosos arquillos mixtilíneos, igualmente con molduras y sostenidos por columnillas hexagonales.

En una reparación aparecieron una serie de arcos rebajados de ladrillo, de estilo mudéjar.