Iglesia de San Juan Bautista de Murcia

La Inmaculada Concepción. Es una réplica de menor calidad que la anterior. Escultura ejecutada por algún artista local.

San Juan Bautista (Año 1718-20). En esta escultura de estética clásica, propia de la corte de Luis XIV. Demuestra su autor, Antonio Duparc, el dominio de la técnica del trabajo en madera. Talla en madera policromada y estofada. 1,57 m. Situado en el templete neoclásico del altar mayor de la iglesia. El santo 'señala el camino a aquél que ha de venir tras él'. El atuendo de esta escultura, está compuesto por el manto de los filósofos de la antigüedad, combinado con la túnica de piel de carnero del anacoreta del desierto. Lleva en la mano el báculo terminado en cruz con la banderola blanca en cuyo bordado se hace alusión a la iconografía del cordero de Dios, y le acompaña un pequeño cordero al que parece señalar de manera simbólica ('He aquí el cordero de Dios').

Grupo del Calvario. Con las imágenes del Cristo de la Agonía, Dolorosa y San Juan (en la nave del crucero izquierdo). Obra de Roque López, discípulo predilecto de Francisco Salzillo. La obra de Roque López, aún en el tema pasionario, está muy próxima a los modelos del maestro y en especial a la colaboración que mantuvo con él en los años de aprendizaje en el taller. La cabeza del Cristo de la agonía parece ser que la hizo Francisco Salzillo y la termina Roque López. Esta obra en realidad se hizo para el Convento de la Trinidad, desaparecido tras la desamortización de Mendizábal y ubicado en el solar que hoy ocupa el Museo de Bellas Artes de la ciudad Murcia. La cabeza de la imagen de San Juan resultó muy deteriorada en la Guerra Civil del 36, restaurándose en 1952 por Sánchez Lozano.

Santa María de la Cabeza (1748). Obra de Juan Porcel, discípulo de Francisco Salzillo. Madera policromada y estofada. 132 x 60 x 47 cm. Santa María de la Cabeza, esposa de San Isidro Labrador, con el delantal recogido en la cintura, alumbrando el camino para asistir a la misa. La figura, mantiene los rasgos físicos heredados de Salzillo y los ropajes con motivos florales nos recuerdan la estofa salzillesca.

San Isidro Labrador. Atribuida a Francisco Salzillo por Cristóbal Belda Navarro y otros estudiosos y a Nicolás de Bussy por Mª Carmen Sánchez Rojas, en el catálogo de la exposición de la obra de este escultor celebrada en el Palacio Almudí, año 2003, en la ciudad de Murcia. El santo está representado en el momento más popular de su iconografía, el de hacer brotar el agua de la roca con la vara.

Cristo del Rescate, anónimo del siglo XVII. Recorre las calles del barrio de San Juan en procesión el Martes Santo, encabezada por la Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza, fundada en 1946, después de que su fundador fuese encarcelado en la Iglesia de San Juan Bautista durante la Guerra Civil, precisamente en la capilla que albergaba a este Jesús maniatado.

Virgen de la Esperanza, de Sánchez Lozano. Situada en la nave derecha del crucero, en la Capilla del Cristo del Rescate.