Campanario [Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Santomera]
Campanario

Este templo, uno de los más grandes y de mayor altura de la huerta murciana, consta de planta de cruz latina con tres naves, la central de mayor tamaño y altura que las laterales.

Estas conducen a un amplio crucero, que aparece coronado por una gran cúpula en forma de media naranja sobre tambor, decorada con dorados y vidrieras.

Las naves laterales se encuentran comunicadas con la central a través de amplios arcos dobles de medio punto, flanqueados por pilastras adosadas al muro y cubiertas por bóvedas vaídas.

Encontramos además,  un entablamento llamativamente decorado, en verde y dorado, coronado por una gran bóveda de medio cañón sobre lunetos con sencillas vidrieras.

A los pies se sitúa un coro alto, de pequeñas dimensiones, y bajo este la entrada al templo a cuya derecha se sitúa el baptisterio con pila bautismal, tradicional del siglo XVII, en mármol rojo.

En el Altar Mayor se sitúa un espectacular Retablo, que sustituye al original destruido tiempo atrás, y que recuerda al de la Iglesia de San Lorenzo de Murcia.

A ambos lados emergen capillas, una que da acceso a la sacristía y la otra en la que se dispensa la comunión.

El Retablo tiene forma de cueva con sus cuatro columnas compuestas y las dos pilastras, siendo coronado por preciosas cornisas doradas, frisos y ánforas, mientras que en lo más alto aparece el escudo parroquial.

En el centro se sitúa el camarín de la patrona, imagen titular de la iglesia y debajo un sagrario de plata sobredorada.

La talla de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús es de pequeñas dimensiones, está elaborada en madera policromada y estofada, destacando los dorados del manto que la rodea en azul marino con tonos verdosos, y las vueltas en verde claro. En la mano derecha porta el cetro dorado y el Santo Rosario de plata, mientras que con la izquierda sostiene al Niño. La tradición dice que fue encargada por ricos labradores al escultor Salzillo o su taller en el primer tercio del siglo XVIII.

Otras imágenes destacables en el templo son el Crucificado, talla en madera policromada, también del XVIII, de autor anónimo; San Juan Bautista Niño, de comienzos del siglo XIX; Jesús Resucitado, talla realizada sobre madera policromada del siglo XXI; y El Bautismo de Cristo, óleo sobre lienzo de la segunda mitad del siglo XX.

En la Sacristía se encuentra el cuadro de Nuestra Señora de las Angustias, realizado en lienzo pintado al óleo a finales del siglo XVIII, no está firmado y no parece que proceda de ningún autor conocido.

La fachada de esta Iglesia destaca por su corte neorrenacentista, con un pórtico central en el que se sitúa el portón de acceso, en madera y con forma de arco de medio punto, sobre el que se ubica una ventana ajimezada, estando todo el conjunto arquitectónico rematado por un frontón triangular, en cuyo centro aparece un escudo, emergiendo también a ambos lados pináculos.