Materia: Plata

Año: 1373-1379

Medidas: 3,43 g./28 mm.

Procedencia: Museo Arqueológico Municipal de Lorca

Descripción: El real de plata, introducido por Pedro I, sería la única moneda medieval que perduraría, sin cambios en su denominación y materia, hasta mediados del siglo XIX, convertida en unidad del sistema monetario español.

Para la mayoría de los autores, su tipología hay que buscarla en la referencia al gros tornés, moneda creada en Francia a mediados del siglo XIII y, por ello, ampliamente conocida e implantada en el continente europeo. De ella tomará la doble orla concéntrica de la leyenda del anverso, en este caso una invocación de carácter religioso (Dominus Michi Adiutor Et Ego Dispiciam Inimicos Meos-”El Señor es mi ayuda y despreciaré a mis enemigos”), inspirada en el versículo 7 del Salmo 117. La novedad radica en la aparición de las letras de las iniciales del monarca (EN) bajo una corona, en lugar de la cruz. Un hecho que se interpreta como un símbolo de afirmación de la realeza, iniciada por la P de Pedro I y que su hermano y sucesor, Enrique II de Trastámara, imitaría a fin de legitimar su derecho al trono durante la guerra civil que sacudió el reino a finales del siglo XIV. El reverso incluye los cuarteles de Castilla y León junto a la marca de la ceca (S) y la leyenda real: ENRICUS DEI GRACIA REX CASTE.

Las necesidades derivadas de la contienda obligaron al monarca a emitir moneda de muy baja ley e incluso de cobre con la misma tipología, en lo que se considera una de las primeras falsificaciones de carácter oficial conocidas en Castilla. Una práctica que terminaría una vez satisfechos los compromisos del nuevo rey con las tropas mercenarias que propiciaron su victoria.

Bibliografía: Domingo, 1978, pp. 421-448; Rodríguez, 2012, pp. 9- 24.
M.L.G.