Materia: Cerámica y bronce

Año: Mediados siglo III d.C. (hacia 253 d.C.)

Procedencia: Museo Arqueológico Municipal de Águilas.

Descripción: La moneda cumplió también diversas funciones alejadas de su finalidad económica y/o comercial. Una de ellas, presente en esta sepultura de una de las necrópolis documentadas en el casco urbano de la ciudad de Águilas, era la de servir de ofrenda funeraria. Junto al pequeño ajuar cerámico compuesto por una jarra tipo Bonifay 50 y una escudilla o vaso carenado de T.S.C.A. tipo Hayes 6C, se hallaron tres monedas destinadas a facilitar el tránsito del difunto. Se trata del conocido rito del óbolo de Caronte, por el que el siniestro barquero llevaba a cabo, previo pago, el paso del alma a través de la laguna Estigia hacia su destino final. En el fondo, se trataba de perpetuar más allá de la vida el uso como medio de pago de la moneda, colocada en la mano, ojos o, como en este caso, en la boca del cadáver. De los tres ejemplares, uno resulta irreconocible por su grado de desgaste y conservación (¿tal vez un as, de peso muy reducido -4,83 g y 27 mm de diámetro-?) y los otros dos son sendos sestercios de Gordiano III (¿RIC 290? de 16,81 g y 30,19 mm) y Treboniano Galo (12,62 g y 29,14 mm), igualmente de difícil identificación por su alto grado de desgaste, sobre todo en el reverso.

Todo ello conforma un conjunto homogéneo en cuanto a su cronología, hacia la segunda mitad del siglo III d.C., al tiempo que pone de relieve la importancia del ritual en un momento en que estas piezas son atesoradas ante la penuria y pérdida de calidad de la moneda circulante.

Bibliografía: Campo, 1996, p. 18; Hernández y López, 2011, p. 120; Vaquerizo, 2001, pp. 60- 61.
M.L.G.