Compendio y Análisis de la Letra Minera. Reseña del libro

   Acaba de ver la luz un libro que, a buen seguro, será de interés para todos los aficionados al flamenco y, más en concreto, para los amantes de los denominados cantes de las minas. Lleva por título Compendio y análisis de la letra minera y lo ha editado el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, en colaboración con los Ayuntamientos de La Unión y Cartagena. Su artífice es Pedro López Martínez, profesor de Lengua y Literatura en Enseñanza Secundaria, escritor y poeta.

    Como el propio autor anuncia en la presentación, el libro -con una bonita portada, obra del pintor unionense Esteban Bernal-, se divide en dos partes bien diferenciadas, en fiel correspondencia con el título escogido. De forma que, en la primera de ellas, se encontrará un amplio corpus integrado por una amplia selección de coplas mineras, en número de 450, ordenadas alfabeticamente teniendo en cuenta el primer verso. Le sigue, en la segunda parte, un análisis literario de las mismas, precedido de una breve introducción. Aquí, se ponen de relieve los temas de las letras mineras y se habla de los personajes, cantaores ilustres la mayoría, que surgen entre sus líneas así como de lugares emblemáticos, convertidos ambos en tópicos casi recurrentes. También se estudia la métrica que caracteriza la estrofa minera y sus peculiaridades, acompañado todo ello de datos estadísticos muy reveladores. Otro aspecto interesante es el repaso que se hace del vocabulario habitual en estas coplas, en el que ocupan un papel destacado sustantivos, verbos y adjetivos relacionados con el mundo de la mina y palabras típicas del argot minero. El estudio se completa con una breve alusión a los recursos retóricos en ellas presentes.

    Alguien podrá objetar que entre las 450 coplas escogidas, 449 para ser exactos, pues la número 74 y la 400 es una y la misma, se echa en falta algunas de cumplida fama. De cualquier forma, el número es bien nutrido, y es una oportunidad casi única de verlas todas reunidas, convenientemente ordenadas, lo que facilita enormemente su localización y, además, acompañadas de un estudio interesantísimo y desvelador. Por otra parte, el propio autor anuncia que el corpus lo componen exclusivamente coplas de tarantas, tarantos, mineras y cartageneras, de manera que, conscientemente, ha dejado al margen coplas famosas de otros palos mineros. Si bien a este respecto hemos de puntualizar que, velis nolis, se han deslizado coplas de otros palos distintos a los anunciados, como la sanantonera (nº 46), la cartagenera o malagueña de La Trini (nº 104), la denominada murciana de baile (nº 296) o la murciana o malagueña de la huerta (nº 396). Pero esto no deja de ser una anécdota, una pizca de barro en medio de tanto caudal. No nos queda, por tanto, sino felicitar a su autor y animar a todos a su lectura. Seguro que no defraudará.

José Fco. Ortega Castejón

Universidad de Murcia