Encarnación Fernández
Encarnación Fernández

   La aparición en la escena flamenca de Encarnación Fernández era un éxito anunciado. Hija del tocaor nacido en Murcia Antonio Fernández, ya destacaba desde muy chica en el baile. Junto a su hermana Bárbara formó el conjunto flamenco "Las gitanillas de bronce" a finales de los años sesenta. El eco de su voz, puramente gitano, unido a su forma de entender el cante, revolucionó en los años setenta el concepto de los Cantes de las Minas, a los que aportó una jondura especial de la que carecían éstos. Aprendió de su padre, que fue cantaor también hasta que la mala jugada de un producto picante le produjo daños irreparables en la garganta. La casa de los "Fernández" en La Unión ha sido una de las escuelas naturales de flamenco que ha habido en la Región de Murcia, junto a la saga de los Piñana, la "mítica" escuela del Rojo El Alpargatero y la familia Ayala "Rampa".

   Nacida en 1951 en Torrevieja (Alicante) por motivos laborales de su padre, pronto se traslada a La Unión donde ha desarrollado su carrera. Ganó la Lámpara Minera en dos ocasiones (1979 y 1980), estableciendo nuevos patrones en varios cantes mineros como la levantica, con la famosa letra del aficionado y poeta cartagenero Ginés Jorquera. Estos modos han quedado establecidos extraoficialmente entre los cantaores que vienen a concursar en La Unión. Los orígenes de la "levantica" son las grabaciones de El Cojo de Málaga, pero lo que él denominaba "levantisca" eran tarantas clásicas. Como taranta grabó el patrón que hoy conocemos y que actualizó Encarna Fernández. Fue Antonio Piñana, según instrucciones de Antonio Grau, hijo de El Rojo El Alpargatero, quien dejó grabado la levantica actual. Su éxito produjo la grabación de dos discos. El primero para el sello Moviplay en 1981 con el título de El cante hondo de Encarnación Fernández con la guitarra de su padre y maestro. En esta obra encontramos cartagenera, minera, levantica, alegrías y soleá, entre otros palos. Destacaremos uno titulado como "Viejos aires mineros", del que Antonio Fernández afirmó haber aprendido de su madre. Estamos ante un palo que anda entre el taranto y la minera. Un cante parecido fue grabado con nombre de "cante de madrugá" por Niño de Barbate y por El Gallina. La segunda grabación sería una misa minera junto al cantaor granadino P. Rabadán. En ambos casos estamos ante dos álbumes flamencos de alta calidad, hoy tristemente descatalogados.

Actualmente, apenas se prodiga por las peñas.

©Pedro Fernández Riquelme.