Free cookie consent management tool by TermsFeed Cómo evitar una toxiinfección alimentaria - Región de Murcia Digital
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Cómo evitar una toxiinfección alimentaria

Cómo evitar una toxiinfección alimentaria

Huevos (Al pulsar se abrirá la foto en una nueva ventana.)

Huevos

A continuación le ofrecemos con un mayor detalle las recomendaciones más importantes para evitar una toxiinfección:

  • No olvide mantener una correcta higiene personal: Es la mejor manera de evitar una toxiinfección alimentaria. Sea especialmente ciudadoso con la limpieza de sus manos ya que éstas pueden constituir un vehículo de transmisión de gérmenes. Debe lavarse las manos con agua caliente y jabón con frecuencia, pero siempre antes de cocinar, después de haber utilizado el servicio higiénico, tras haber tenido contacto con materiales sucios o haber tocado alimentos crudos.

  • Extreme la limpieza de la cocina; en especial, de los utensilios y superficies donde se manipulen los alimentos, así como de los platos y bayetas.

  • Adquiera alimentos que tengan acreditada su procedencia y evite el consumo de productos que no hayan pasado los controles sanitarios.

  • Rechace aquellos alimentos que presenten alteraciones del olor, color, textura, sabor, etc.

  • Si las latas de conserva presentan fisuras, abolladuras, están abombadas, tienen señales de oxidación o al abrirlas sale gas o despiden mal olor, tírelas. Ante la menor duda, no consuma el producto que contengan.

  • Prepare los alimentos con la mínima antelación posible a su consumo. Una vez elaborados, si no va a consumirlos inmediatamente, consérvelos en refrigeración o congelados. Recuerde que, una vez descongelado, un alimento debe cocinarse lo más pronto posible y que no se puede volver a congelar.

  • Para lavar las frutas, verduras y hortalizas de consumo en crudo, deben sumergirse durante treinta minutos en agua, a la que se añadirán unas gotas de lejía de uso alimentario (cinco por litro al agua), y aclarar después con agua abundante.

  • Al utilizar los huevos, evite que la cáscara entre en contacto con la clara y la yema, sobre todo en los productos que posteriormente no se someten a un tratamiento térmico, tales como las salsas y cremas. Consuma estos alimentos dentro de las 24 horas posteriores a su elaboración y consérvelos siempre en refrigeración.

  • Las salsas, cremas y natas son productos considerados de "alto riesgo", por su carácter sumamente perecedero en los que los microorganismos se multiplican con rapidez.

  • Si elabora usted mismo mahonesa a partir de huevo crudo, extreme al máximo las medidas de higiene. Haga sólo la cantidad que vaya a consumir en el día y consúmala inmediatamente o manténgala en refrigeración hasta el momento de servirla. No guarde restos para otros días.

  • Caliente bien los alimentos, pues es la mejor manera de reducir los riesgos de toxiinfecciones. Este calentamiento ha de ser suficiente para que en toda la masa alcance una temperatura superior a 70 º C. Las piezas de gran volumen necesitarán, por tanto, un calentamiento más o menos prolongado en función de su tamaño.

  •  Almacene los alimentos a las temperaturas adecuadas, según el tipo de producto de que se trate y revise las fechas de caducidad o fechas de duración mínima.

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