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Compruebe que el precio rebajado figura junto al precio anterior en la etiqueta o, al menos, el porcentaje que se rebaja.
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El comercio debe exhibir la fecha inicial y final del periodo de rebajas.
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Solicite el tique o factura de compra como garantía de una posible devolución o queja.
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Exija también el periodo de garantía. Recuerde que la garantía legal es de dos años, y que la responsabilidad la puede exigir directamente al vendedor.
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Si un establecimiento admite devoluciones durante toda la temporada, también debe hacerlo en época de rebajas. Lo mismo debe ocurrir con el arreglo de las prendas, transporte de mercancías, etc. Del mismo modo, si el comercio admite el pago con tarjeta durante el resto del año, también debe aceptarlo durante el periodo de rebajas. Además, su uso no debe suponer un recargo sobre el precio del artículo.
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Sea cauto con los productos muy rebajados. Pueden ocultar algún defecto. Desconfíe de los establecimientos que cambian los artículos de sus escaparates para las rebajas. Recuerde que está prohibido vender artículos diferentes a los que se venden en temporada. De hecho, los productos de rebajas deben haber estado a la venta durante al menos el mes anterior.
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La disponibilidad y existencias de los productos objeto de rebajas habrá de ser suficiente. Si las rebajas quedan limitadas al agotamiento de los artículos, el comerciante habrá de informar claramente sobre el número total de unidades objeto de la actividad.
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El etiquetado debe ser correcto y legible en español. En caso de ropa, la etiqueta debe incluir instrucciones de lavado y planchado, y debe informar de los materiales de confección y de los datos del fabricante.
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Están prohibidas las cláusulas abusivas, en particular las de desvinculación basadas en errores tipográficos y de imprenta.
