Número de moriscos en España


¿De cuántas personas estamos hablando? ¿Qué zonas registran las mayores concentraciones?

No es fácil encontrar series demográficas consistentes antes de 1560, antes de la generalización del libros sacramentales en las parroquias. Por eso, hay que esperar a las encuestas de los años que transcurren entre 1568-1575 para disponer de datos aproximativos. Las zonas de mayor presencia morisca son tres: Granada, donde los moriscos superan la mitad de la población, si bien esta situación se modificará de forma radical tras la política de dispersión de 1570-71; Valencia, en donde superan el 30%; y Aragón, con más del 20%. Fuera de estas zonas, los moriscos no llegan al 5%, o representan una minoría irrelevante desde el punto de vista demográfico, como en Navarra o incluso en Cataluña.

Si se prefieren las cifras, R. Carrasco, en su estudio introductorio del discurso de Pedro de Valencia, nos ofrece el siguiente cuadro para el periodo 1568-75:

- Valencia 85.000  - Aragón 48.713  - Cataluña   7.000  - Castilla 30.000  - Granada 150.000

El total asciende a 319.000 personas. Si consideramos que en las fechas de la expulsión, es decir, unos cuarenta años más tarde, Había en España unos 321.000 moriscos (cálculos del mismo Rafael Carrasco)... quiere decir que su demografía, su nivel de crecimiento no era ninguna amenaza para los cristianos viejos, como en algún momento se ha llegado a pensar.


Características


Pero como ya hemos dicho, analizar esta población como un conjunto homogéneo nos llevaría a afirmar, una vez más, la serie de tópicos tradicional.

En Aragón y Valencia, donde los moriscos viven en el ámbito rural, bajo dominio señorial, fue relativamente fácil mantener una identidad compacta en torno a la respectiva aljama, dado que a los señores les interesaba mantener la comunidad, y aprovecharse de ellos como mano de obra experta, barata y no conflictiva. Y precisamente por ello, los agentes de misión encargados de su asimilación religiosa tuvieron tantos problemas. No encontraron la menor facilidad para penetrar en una estructura que se conservaba bastante próxima al mundo musulmán. Sin embargo, y sobre todo tras la dispersión de 1571, Castilla, Murcia, Extremadura, incluso Granada, ofrecen un panorama muy diferente: las comunidades moriscas o convivieron con los cristianos, o incluso eran minoría en un mundo cristiano, deshaciéndose poco a poco su identidad en las villas y ciudades.

La actividad económica de los moriscos es mucho más variada de lo que se imaginaba antes de las grandes contribuciones de la historiografía. A la imagen de una nación morisca atada al mundo campesino le sucede un mosaico de profesiones. Ciertamente, el mundo campesino es el más representado, con un dominio notable en la Corona de Aragón, en general, y en zonas de Murcia y Andalucía. Pero la artesanía, el servicio doméstico y las labores comerciales no son en absoluto despreciables. Solo hace falta pensar en el enorme valor que tenía el trabajo de los moriscos en las labores de la seda. En Castilla la situación tiene que ser necesariamente distinta, debido a la dispersión de tantos moriscos granadinos que, por supuesto, han perdido sus trabajos. De ahí que haya menos moriscos dedicados a la agricultura, y abunden los artesanos, los sirvientes, y los comerciantes.