La población de Siyâsa cuenta con unas edificaciones cuyos materiales o técnicas constructivas se adaptaron a la utilidad y funcionalidad de un asentamiento rural en altura, por lo que las características estructurales de las casas no dejaron de ser modestas. Pero estas mismas viviendas fueron enriquecidas con decoraciones en los arcos de sus puertas, ventanas, miradores o celosías por las manos de espléndidos alarifes que ornamentaron cada rincón de su interior.

   Los materiales empleados fueron el yeso y la pintura. Apenas cambiarían con el paso del tiempo, pero sí lo harían las técnicas utilizadas, evolucionando estilísticamente las yeserías desde el califato hasta la caída de la Granada nazarí, modificándose con las distintas políticas musulmanas. La cantidad de yeserías encontradas en Siyâsa insta a considerar el asentamiento como un núcleo urbano, proclamando que la decoración interior de las viviendas estaría al alcance de clases sociales menos poderosas que las propietarias de palacios y residencias aristocráticas. A continuación presentamos los estilos ornamentales que siguieron las yeserías en Siyâsa desde finales del siglo XI hasta mediados del XIII:

   Yeserías Prealmohades, Almohades y Protonazaríes

   Datadas a finales del siglo XI, de ellas se han encontrado restos de ataurique digitado, arcos polilobulados reutilizados como materiales constructivos de otras casas, así como un pórtico con arcos y ménsula de rollo. Se trata de decoraciones en las que prima la austeridad y la sencillez, abandonando el boato ornamental precedente. La arquitectura oficial almohade, especialmente la religiosa, se caracterizó por la sobriedad, la pureza de líneas y la presencia del ataurique liso.

   En las viviendas de Siyâsa se han encontrado restos de arcos de hojas, formas polilobuladas cuyo perfil fue realizado por una sucesión de palmas lisas enlazadas unas con otras. Con el tiempo, la decoración iría perdiendo la apariencia vegetal en favor de las formas geométricas. En el caserío excavado resultan impresionantes, por su tamaño y ornamento, los arcos de alhanía o alcoba, por ejemplo el de la Casa 10, vivienda en la que también existen los paños de sebka mejor conservados de todo el yacimiento y posiblemente de la Región de Murcia. Se caracterizan por la recuperación del ataurique digitado, la extensión del dentado, el desarrollo de la epigrafía cursiva, así como la generalización del arco de medio punto peraltado y angrelado. Destacan en el yacimiento los arcos angrelados de las entradas a los salones de la Casa 6, de dos caras separadas por un ancho intradós sin calle central.