Zaguán

   Se trata de la estancia que daba acceso al interior de la vivienda desde la calle hasta un ángulo del patio central. Una dependencia normalmente cuadrada o rectangular, de pequeñas dimensiones, desde la que también podía partir la escalera que subía al primer piso. Aparecía, sobre todo, en las casas de mayor superficie, salvaguardando la intimidad de las dependencias internas, así como la privacidad de la vida familiar. Desde el zaguán también se podía acceder al establo, cuyo suelo estaba cubierto por grandes lajas de piedra para protegerlo del tránsito del ganado. La puerta de entrada al zaguán desde la calle estaría formada por tablones de madera verticales con algunos remaches, a modo de clavos, que sujetaban otros dos o tres tablones horizontales de refuerzo en el interior. Posiblemente tuvieran cerradura, ya que en otros asentamientos del siglo XIII, concretamente en Liétor, se han encontrado llaves y candados de metal.

   Establo

   Siyâsa era un típico asentamiento rural musulmán de la Edad Media, por lo que el establo está presente en todas sus viviendas. En las excavaciones arqueológicas se identifican estas estancias por la presencia de pesebres realizados con tabiques de mampostería de yeso, algunos de ellos flanqueados con alcadafes para el agua. El acceso al establo se realizaba a través del zaguán o directamente desde la calle, evitando de esta forma que los animales transitaran por el interior de la vivienda. Las puertas solían ser de mucha menor calidad que las del resto de la casa.

   Patio

   En Siyâsa el patio es un elemento prácticamente imprescindible, puesto que permite el acceso a las dependencias de la casa. Se trata de una estructura de planta cuadrada o rectangular realizada a cielo abierto, que proporciona luz y ventilación a la vivienda, desarrollándose en su interior gran parte de las actividades cotidianas. Debido a este importante papel, los arcos de las puertas y ventanas que dan al patio contienen algunas de las más bellas obras decorativas de toda la edificación.

   El tamaño del patio estaba determinado por la superficie de la vivienda, mientras que en las de menores dimensiones quedaba reducido a un exiguo espacio donde se encontraba la escalera de acceso al primer piso, pudiendo ser invadido por otras dependencias como las letrinas; en los grandes hogares de Siyâsa se han encontrado pequeños jardines en el centro de los patios que debieron estar compuestos por un árbol o algunas plantas de escaso porte. Es posible que la división de algunas viviendas, debido al crecimiento de la población, hiciera que se perdieran estos jardines interiores. Los patios también recogían el agua sobrante de la lluvia para evacuarla hacia la calle, por lo que en algunos de los excavados en el yacimiento del despoblado ciezano se han hallado restos de las canalizaciones que corrían bajo ellos.

   Tinajero o Cuarto de abluciones

   El ancestral ritual de las abluciones se realizaba en el interior de las casas, en cuartos especialmente acondicionados para este fin. Estas dependencias podían estar situadas en una de las crujías laterales del patio y su arco de entrada mostraba profusa decoración. En su interior se encontraban los objetos para el almacenamiento de agua como tinajas, cantimploras o jarras, además de los reposaderos y aguamaniles como elementos propios del ritual de la ablución. En algunas residencias de Siyâsa se han hallado junto a estas dependencias unas piletas que podían utilizarse también en las abluciones.

   Letrina

   Se emplazaba, por lo general, en un ángulo del patio y siempre que fuera posible se accedía a ella a través de un estrecho pasillo acodado con bóveda de cañón. Consistía en una pequeña habitación con un agujero en el suelo cuyo desagüe podía llevar a un pozo negro o directamente al precipicio del cerro.

   Cocina

   Estaba ubicada en una crujía lateral del patio, siendo una de las estancias principales de la vivienda o, al menos, la más estable. Se trata de la habitación más concurrida de la casa, de fácil acceso, ocupa un lugar preferente en la planta baja. Las cocinas de Siyâsa cuentan con tres elementos característicos:

-El hogar tiene una estructura rectangular con cabeza absidal y se encuentra soldado con lajas de piedra, hundido 10 cm con relación al resto de la estancia.
-La alacena, adosada a uno de los lados menores, era la despensa. Estaba formada por una estructura arquitrabada, con pequeños arquillos de mampostería, yeso o adobe a modo de estantería.
-Los poyos se construían con una planta rectangular o en forma de L, siempre junto al hogar, realizados en mampostería o ladrillo, alcanzaban alturas de entre 10 y 30 cm. Funcionaban como mesa auxiliar para la colocación de alimentos y objetos como las cazuelas.

   Salón

   Los salones de las casas andalusíes de Siyâsa son las dependencias más distinguidas de la casa, como muestra la decoración de sus arcos de entrada. La planta suele ser rectangular, alargada y estrecha, quedando ubicados en las crujías del patio y pudiendo presentar una o dos alcobas complementarias a los lados. Eran habitaciones destinadas a las reuniones familiares, recepción de huéspedes y por la noche se podían utilizar como dormitorios. Su altura superaba, posiblemente doblaba, la de las otras estancias de la casa, pudiendo llegar a sobrepasar los 4 metros de altura. De modo que, mientras que el resto de la casa contaba con dos alturas, el salón sólo tenía una.

   Varias casas de Siyâsa disponían de dos salones: principal y secundario, de verano e invierno. Tomando como ejemplo la Casa 6 se observa que el Salón de Verano disponía de un mirador abierto por dos arcos, orientado al mediodía, que mostraba ante sí una impresionante panorámica de la vega del Segura. El salón secundario quedaría ubicado en otra crujía del patio o en una planta superior y era de menor superficie.

   Pórtico-galería

   Se trata de un pórtico que sostiene una galería, cuya función era aislar unas habitaciones de otras en el interior de la casa, concretamente el pórtico en la planta baja y la galería en la primera planta. El pórtico solía estar profusamente decorado y de él partía la escalera de acceso a la primer planta. Otros usos del pórtico-galería son:

-Crear un espacio semiabierto en el interior de la vivienda que aliviara las tórridas tardes de verano del sureste peninsular.
-Dotar de nuevos accesos a las habitaciones que así lo exigen, tales como la letrina y el zaguán.
-Suavizar deformidades de las paredes del patio.

   Alhanías o alcobas

   Eran pequeñas estancias en las que se situaba una cama que ocupaba prácticamente la totalidad del espacio. Podían aparecer en el piso superior o en los extremos de los salones, separados de ellos por una cortina, siendo usados como sofá durante el día. En la Casa 10 de Siyâsa una alcoba se encuentra unida al salón principal mediante un gran arco apuntado y con rica decoración. En el asentamiento ciezano también han sido halladas alhanías separadas de los salones por un tabique, abiertas sólo por una puerta que las aislaba del frío y la luz.

   Galerías voladas

   Se trata de galerías sobrepuestas a los pórticos sostenidas por un entramado de vigas de madera, a modo de balcón corrido.

   Primera planta o Planta superior

   La falta de espacio material en el interior del poblado hizo que se prodigaran los edificios de dos plantas. En la planta superior se podían encontrar salones secundarios, alcobas, galerías voladas y otras estancias que completaban la vivienda. A ellas se accedía mediante una escalera, generalmente ubicada en el zaguán o en el patio.