Del siglo II a. C. al cambio de era

   Poco se sabe del período que transcurre entre el siglo II a.C.  y el s. I d. C. Los pocos yacimientos que se conocen, que puedan aportar datos sobre esta época, aún no han sido excavados y sólo se conocen a través de prospecciones superficiales. La relación entre el mundo ibérico y Roma no fue siempre igual debido a la inexistencia de un Estado ibérico. Cada gran poblado se comportó de una forma diferente con los romanos. En algunas ocasiones, estos  establecieron pactos de amistad con los íberos, respetando sus poblados, tradiciones y costumbres religiosas, siendo asimilados por el mundo romano; en cambio, en otras, la sumisión de los indígenas sólo se logró mediante el enfrentamiento militar, cuyo resultado final siempre fue la destrucción del poblado y el traslado de los íberos al llano.

   La destrucción del Cigarralejo

   Éste fue seguramente el final del Cigarralejo. Aunque el poblado todavía aún no ha sido  excavado, no se ha encontrado en superficie materiales cerámicos que permitan intuir una continuidad en la población tras la conquista romana. No sólo eso, la ocultación de exvotos en una de las habitaciones del Santuario responde, probablemente, a la intención de los habitantes del Cigarralejo de hacer frente a la invasión.

   En cambio, en otros yacimientos se documenta justo lo contrario. Durante las excavaciones llevadas a cabo en el Cerro de la Almagra por la Universidad de Murcia, durante la década de los 90' del siglo pasado, se hallaron numerosas cerámicas de época ibérica con motivos decorativos vegetales y antropomorfos fechados durante los siglos II y I a.C., lo que parece indicar que el hábitat sobre el cerro continuó durante los primeros siglos de la ocupación romana.

   La  romanización en la costa fue relativamente fácil y rápida; sin embargo, en el interior, los romanos encontraron mucha más resistencia. Pero ya en el siglo I a. C., se había alcanzado cierto nivel de pacificación; todos los poblados ibéricos que habían hecho frente a la conquista habían sido destruidos y su población distribuida por el llano, por lo que a partir de este momento la asimilación de la cultura ibérica progresó rápidamente.