- Batería de Trincabotijas baja: Propiedad del Ministerio de Defensa, fue la primera batería construida para defender la bocana del puerto en 1686.

- Batería del Comandante Royo o Trincabotijas alta: cercana a la anterior, data del siglo XVIII. Tras la Guerra Civil sufrió una enorme explosión que la dejó muy deteriorada.

- Batería de la Podadera: al sur del monte de Galeras fue, en 1686, la primera construida de forma subterránea. Actualmente es propiedad del Ministerio de Defensa.

- Batería de San Fulgencio: también conocida como Batería del Collado, se construyó en 1740 para impedir el desembarco y bombardeo en las inmediaciones de la Algameca Grande y Chica.

- Batería de San Isidoro y Santa Florentina: situada a los pies del cabezo de San Pedro desde el siglo XVIII. Comenzaron siendo dos baterías diferentes cuyas ampliaciones acabaron por unirlas.

- Batería de San Leandro: levantada en el frente de levante como última defensa del puerto en siglo XVIII, fue vendida al Ayuntamiento de Cartagena en 1970.

- Batería de Santa Ana acasamatada: con seis casamatas, que le dan el nombre de Acasamatada, se alza sobre la punta de Santa Ana desde el siglo XVIII.


     A finales del siglo XVIII los ataques de los piratas berberiscos son menos frecuentes, pero las potencias europeas, con barcos mejor preparados y fuertemente armados, amenazan las costas de la Región de Murcia. Ante ellos no resulta suficiente la señal de alerta que emiten las torres costeras. Se hace necesario defenderse.

     Para ello, durante el siglo XVIII y principios del XIX se proyectan en Cartagena, principal puerto de la Región de Murcia, una serie de baterías de defensa, firmes construcciones militares que alojan en su interior la artillería necesaria para hacer frente al fuego enemigo.

     Estas baterías de costa son en su mayoría abaluartadas, siguiendo la tradición de la escuela española, aunque también podemos encontrar baterías acasamatadas, que sitúan las piezas de artillería dentro de un espacio abovedado y abierto al frente por la cañonera.

     Tras la Guerra Civil muchas de ellas fueron desartilladas, pero en algunas se conservan cañones del siglo XVIII o enormes cañones de principios del siglo XX. Reformadas una y otra vez para adaptarse al paso del tiempo, algunas cuentan con proyectores de luz para la defensa antiaérea.

     Protegiendo el acceso a la Bahía de Cartagena, las baterías que se construyeron entre el siglo XVIII y primer cuarto del XIX, suponían una defensa efectiva de la ciudad ante los ataques que llegaran desde el mar. Hoy, declaradas Bien de Interés Cultural, forman parte del patrimonio histórico de la Región de Murcia.