Con los cambios acontecidos en los últimos años del S.XV, la toma del reino de Granada por los Reyes Católicos y la desaparición de la frontera como consecuencia directa de ésta, y la época de bonanza que conocerá una Castilla pujante tras los acontecimientos previos de la crisis bajomedieval, el crecimiento de la villa y la extensión fuera de las murallas tenía vía libre.

Descubre cómo era la villa en la Edad Media

Adéntrate en la Moratalla medieval

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     A finales de la Edad Media, las viviendas estaban adosadas a la muralla por el interior, mientras que los torreones eran concedidos a los vecinos habilitándolos como moradas. Los vecinos tenían la obligación de mantener en buen estado y reparar el tramo de muralla o torre donde habitaban, obligaciones que más tarde pasarán al concejo de la villa.

     Tras la desaparición del peligro fronterizo, en los últimos años del siglo XV el perímetro de la huerta moratallera se amplió considerablemente y los campos fueron roturados. Gracias a ese nuevo impulso, la huerta de Moratalla alcanza su máximo desarrollo y adquiere una fisonomía muy parecida a la que ha llegado hasta nosotros. La recuperación demográfica del siglo XV fue generalizada en todo el Reino de Murcia y también en Moratalla.

     Desde mediados del siglo XVI, el comendador de Moratalla se convierte en un rentista que nunca acude a su villa. La figura del alcaide medieval pierde también protagonismo y emerge un administrador o apoderado designado por el titular de la encomienda. De lo que no cabe duda es que la tutela de la orden de Santiago condicionó el devenir histórico de Moratalla hasta mediados del siglo XIX, cuando desaparecen las órdenes militares y hoy en día es el mejor testimonio de una población santiaguista en toda la región murciana.