Inscripción de T. Hermes a los dioses Isis y Serapis
Inscripción de T. Hermes a los dioses Isis y Serapis
Museo Arqueológico de Cartagena
Epígrafe dedicado al Genio de la Fortaleza
Epígrafe dedicado al Genio de la Fortaleza


   La epigrafía religiosa de Carthago Nova testimonia la rápida y temprana introducción de los cultos orientales y semitas, junto a aquellos otros profundamente arraigados en la religión romana. En este sentido, dado el pasado púnico de la ciudad, la epigrafía deja ver la presencia de los cultos de raíz semita. Es el caso así del Hércules gaditano, a quien se honraba con una inscripción dedicada por Lucius Avius. Entre los cultos de origen oriental destaca por su singularidad el de la dea syria Atargatis, practicado en un edículo levantado en la cima del cerro del Molinete, probablemente por comerciantes sirios que frecuentaban la ciudad.

   La epigrafía también atestigua el culto a divinidades de ascendencia egipcia, sea el caso de Isis y Serapis, a quienes T. Hermes sufraga 'de sua pecunia' un edículo o templete o, en el caso del último, M. Brosius dedica un altar. Ya entre las divinidades del panteón romano, deberíamos de destacar la presencia de una inscripción a Iuppiter Stator, que se situaba en el sacellum dedicado a éste en el Cabezo Gallufo de Santa Lucía.

   Del mismo modo, otras divinidades documentadas son el Genius Castelli, el Genius oppidi, Fortuna o Mercurio. Precisamente, a este último y a los lares augustales, los piscatores et propolae (pescadores y vendedores) cartageneros dedican una columna votiva en travertino rojo, siendo magistrado C. Laetilio Apalo.

   Por lo demás, la estructura de estas inscripciones religiosas suele iniciarse con el nombre de la divinidad a la que se hace el homenaje, identificando también tanto al dedicante como a la ofrenda, e incluyendo además un verbo que hace referencia a la acción edilicia llevada a cabo, ya sea la dedicatoria de un altar o columna, cuando no la construcción o restauración del templo o capilla donde se rinde culto a ese dios. Los verbos más frecuentes son D(E)D(I)T o D(E)D(ICAVIT) e igualmente es usual la cita de FAC(IENDUM) C(URAVIT), para dejar constancia de quien se hace cargo de las obras, y cuales son los recursos con los que cuenta D(E) S(UA) P(ECUNIA).