El alfabeto latino se compone de 23 letras. Existen dos tipos de escritura:

  -La escritura cursiva: es aquella que se utiliza en la vida diaria.
  -La escritura capital: es la empleada con voluntad de exhibición y permanencia.
  -Capital arcaica: es la escritura más antigua, utilizada desde el siglo III a.C. Se caracteriza por su falta de uniformidad, empleándose un módulo diverso para las letras.
  -Capital cuadrada: es el resultado de la evolución de la capital arcaica, dada a partir de César y Augusto. En este caso su característica principal reside en su mayor homogeneidad, presentando letras iguales y proporcionadas que contribuyen a un aspecto armónico. La mayor preocupación estética lleva igualmente a recurrir a ápices y otras soluciones ornamentales.

   La epigrafía latina intenta expresar mensajes de cierta extensión en soportes de dimensiones modestas, es decir, trata de economizar, reduciendo el tamaño del epígrafe - cuestión no baladí cuando se trata de piedras nobles como el mármol-, y también el trabajo del lapicida, el artesano encargado de la escritura. Para ello, se sirve de distintos recursos como el empleo de siglas y abreviaturas, capaces de contener en escasas letras mensajes desarrollados.

   La sigla permite abreviar la palabra, citando únicamente su letra inicial. La utilizan palabras de uso frecuente como prenombres, fórmulas funerarias o títulos. (Ejemplo: T= Titus; D.M= Diis Manibus). En ocasiones, cuando la sigla hace referencia a una mujer puede encontrarse invertida, como ocurre con puella, filia o el nombre Caia, con el que habitualmente se designa de forma genérica a las mujeres propietarias de esclavos.

  Otra forma de abreviar la palabra consiste en el empleo de abreviaturas, en este caso citando no únicamente la letra inicial, sino varias de ellas. En el caso de que éstas vayas seguidas al comienzo de la palabra, la abreviatura se denomina apócope (Ejemplo: PRAEF: praefectus). Si por el contrario, las letras que abrevian la palabra no siguen su orden, se trata de una abreviatura mediante síncope (Ejemplo: COS= Consul).

  El recurso a tales siglas y abreviaturas fue parejo al empleo de signos que permitieran su separación física, evitando la confusión del mensaje. Tales signos, cuya finalidad es la de separar las palabras que componen la inscripción, se denominan interpunciones. Existen interpunciones de diversa forma. Las más usuales son las meramente funcionales, como las redondas o triangulares; menos comunes, en cambio, son aquellas que revelan una mayor preocupación decorativa, tal es el caso de las que presentan la forma de hoja de hiedra (hedera distinguens) o palmeta.

   La morfología de estas interpunciones nos puede ayudar a determinar el ámbito cultural de un epígrafe, sobre todo su datación y procedencia, en tanto revela la forma de trabajo de los lapicidas de un determinado ámbito en ciertos momentos. En el caso de Cartagena podemos establecer las siguientes conclusiones respecto al empleo de interpunciones:

  -Circulares: Son las más antiguas, alcanzan hasta principios del siglo I d.C., pero resurgen en época tardía. A diferencia de otros lugares, cuentan con escasa difusión en la ciudad.
  -Cuadradas: Son propias de época tardorrepublicana. Se emplean en bloques relacionados con la primera monumentalización de la ciudad, así como en placas funerarias sin recuadrar.
  -Triangulares: Son las más numerosas. Destacan sobre todo con un vértice orientado hacia arriba. Presentan una datación preflavia.
  -Hederas Distinguentes: Aunque hay excepciones, mayoritariamente se datan a partir de época flavia.
  -Excepciones: de flecha apenas se emplean en la ciudad, y su presencia puede revelar la procedencia exógena del comitente/dedicante (aquel que encarga el epígrafe) o el lapicida.

   De hecho, junto a otra serie de rasgos paleográficos (referentes a la ejecución y morfología de las letras) como estilísticos, sabemos que en Carthago Nova trabajaron al mismo tiempo durante época romana varios talleres epigráficos (officinae). Podemos reconocer dichas officinae de Carthago Nova a través de una serie de notas comunes:

  -Sus comitentes o dedicantes son sobre todo libertos.
  -Para los soportes suelen emplear la caliza gris, en placas sin recuadrar.
  -En lo que se refiere al formulario, presentan los términos salve y especialmente ave salve, luego sustituidos por hic situs/a est.
  -Emplean la fórmula escueta hic situs/a est sin s.t.t.l.