Carthago Nova: puerto natural del Mediterráneo

    Una de las principales virtudes de Carthago Nova residía en su estratégico puerto natural, al abrigo de los vientos, a propósito para el refugio de naves y propicio para el comercio con todo el Mediterráneo. Estas facultades, unidas a la riqueza minera de la zona, justifican la fundación de la ciudad por el cartaginés Asdrúbal y la posterior conquista de las huestes romanas abanderadas por Escipión en el siglo III a. C.

    A estas ventajas naturales del puerto de Carthago Nova, se unía la peculiaridad de estar bañado por las aguas del conocido como Mar de Mandarache, actual dársena del Arsenal, zona noroeste de la actual bahía y que estaba comunicado al sur con el Mar Mediterráneo por un estrecho.

    Al norte se extendía una laguna o estero con gran riqueza pesquera. Según un texto del historiador Polibio, esta laguna estaba comunicada con el Mar de Mandarache mediante un cauce artificial, abierto para 'facilitar el trabajo a los que se ocupan de las cosas del mar. Por encima de este canal que corta el brazo de tierra que separa el lago y el mar se ha tendido un puente para que carros y acémilas puedan pasar por aquí, desde el interior del país, los suministros necesarios.'

Descripciones del Puerto de Carthago Nova por las fuentes antiguas

El geógrafo e historiador griego Polibio realiza la siguiente descripción del puerto de Carthago Nova:

Está situada Carthago Nova en la mitad de la costa de Hispania, puesta al viento de África, en un golfo en el que, marchando tierra adentro durante 20 estadios, sólo tiene 10 metros de anchura en su entrada; por esta causa tiene todo él forma de un puerto.

En la misma boca hay una isla que, por uno y otro lado, deja libre únicamente un paso estrecho para la entrada; contra dicha isla vienen a estrellarse las olas del mar, con lo que resulta que todo el golfo está siempre tranquilo, a no ser que soplen por una y otra boca los vientos africanos y alboroten las olas.... Desde el fondo del golfo elévase una montaña en forma de península, sobre la cual está establecida la ciudad, limitada al oriente y al mediodía por el mar y al occidente por un estero que toca algo aún con el septentrión, de manera que el espacio restante que hay desde el estero al mar y que une la ciudad con el continente no tiene más que dos estadios.