Las cinco colinas de Carthago Nova

    La topografía de Carthago Nova estaba dominada por la presencia de un puerto natural, que le confirió prosperidad, así como por cinco colinas que salpicaban la ciudad, condicionando el trazado urbano, al tiempo que ejercían como hitos estratégicos.

    De la urbe púnica y romana conservamos numerosos testimonios documentales, legados por algunos historiadores y geógrafos de la Antigüedad. Destaca la precisa descripción efectuada por el escritor griego Polibio cuando visitó la ciudad hacia el 144 a. C. Este autor dibuja el perímetro urbano en torno a esas cinco colinas:

    Arx Asdrubalis: Cerro del Molinete

    Mons Saturnii: Monte Sacro

    Mons Aletis: Monte San José

    Mons Vulcanii: Monte Despeñaperros

    Mons Esculapii: Monte de la Concepción.

    Polibio identifica al cerro de la Concepción como la colina más alta, ubicada al este de la ciudad y coronada por el templo de Asclepio. Frente a ella sitúa el cerro del Molinete y lo describe como un lugar ocupado por magníficos palacios reales, construidos, según dice, por Asdrúbal.

    Descripción de Polibio

    Polibio refiere también la localización de la urbe en una península o tómbolo limitado al sur y oeste por las aguas del Mediterráneo y al norte por una laguna o estero. Solo una estrecha lengua de tierra, situada hacia el este y un paso artificial a través del puente que salvaba el canal que unía estero y mar, conectaban la península con tierra firme. La comunicación con el interior del continente era posible mediante la vía Augusta, que penetraba en la península por el noroeste.

    También Polibio, al narrar los avatares de la fundación de la ciudad por el general cartaginés Asdrúbal a finales del siglo III a. C, resalta su situación favorable 'tanto para los asuntos de Iberia como para los de África'.

    Una difícil topografía

    Otros autores mencionan las dificultades que imponía la topografía y la superficie del solar urbano sobre el que se asentaba la población, constreñida en su expansión por un extenso almarjal, que impedía cualquier ampliación del núcleo intramuros hacia el norte y del Mediterráneo a poniente y mediodía.

    Sabemos que el mar bañaría la ladera del Cerro de la Concepción y que el puerto estaría localizado en el ancho brazo de mar que se adentraba en las actuales plazas de Héroes de Cavite y Ayuntamiento hasta alcanzar el primer tramo de la calle Mayor, continuando por las calles Bodegones y Villamartín.

    A partir de la plaza Castellini debió existir una zona de tránsito gradual entre el área portuaria propiamente dicha y otra de aguas más someras que se adentraría a modo de playa hasta la calle Marcos Redondo, en cuyas inmediaciones desembocaría la rambla de Benipila. La zona de la Alameda de San Antón se encontraría emergida y recorrida por un pequeño acueducto.

    Acerca de su geografía, tenemos que destacar también la 'isla de Heracles', llamada también Escombraria, por un tipo de pez (escomber) que allí se pesca, situada a 24 estadios de la Ciudad Nueva. (Estrabón, III).