El mineral, desde que era extraído en la mina hasta que finalmente salía fuera de la Región de Murcia, pasaba por diferentes medios de transporte que fueron modernizándose y perfeccionándose con el transcurso del tiempo.

  En el interior de la mina

  La fuerza animal fue la encargada durante los primeros tiempos en transportar el mineral desde el interior de la mina y llevarlo hasta las fundiciones. En las galerías y pozos los Muchachos de Gavia o jóvenes acarreadores transportaban en capazos de esparto kilos y kilos de mineral triturado. Ya en el exterior de la mina las recuas de burros eran las encargadas de acercar el mineral hasta los lavaderos y hornos principalmente.

  Uno de los avances que dio un paso importantísimo para el transporte en el interior de las minas fue la utilización de vagonetas sobre raíles, movidas por mineros. De esta forma era mayor la cantidad de mineral que se sacaba al exterior, tanto en minas horizontales (Mina Agrupa Vicenta) como en minas verticales (Mina Montserrat).

  El exterior

  Cuando el mineral se encontraba en el exterior se utilizaban planos inclinados y cables aéreos para agilizar y abaratar su transporte. Los primeros salvaban grandes desniveles y normalmente unían la bocamina con los lavaderos. Los segundos ponían en contacto rápidamente las minas con el puerto de Portmán. El empresario minero Miguel Zapata Sáez, el 'Tío Lobo', había visto en Cardiff y Swansea el funcionamiento de estos cables, estableciendo en 1874 el primero desde la mina La Crisoleja hasta el muelle de mineral de Portmán, con casi dos kilómetros de longitud y salvando un desnivel de 158 metros. Más de 10 años después, viendo la rentabilidad de los cables aéreos, se instalaría otro promovido por la sociedad Miguel Zapata en la mina Lucera, con una longitud de 2,2 kilómetros.

  La rapidez con la que estos cables transportaban el mineral al puerto de Portmán hizo que se multiplicaran los embarcaderos a pie de playa, llegando a darse más de 50 de estas construcciones, desde donde partían las barcazas que llevaban el mineral hasta grandes cargueros fondeados en la bahía. La gran crisis minera que azotó la zona tras la Guerra Civil española provocó que en 1940 estos grandes cables aéreos se desmantelaran para instalarlos en diversas zonas mineras de Andalucía.

  El Túnel José Maestre

  Durante la última época de la minería unionense también cobraría especial importancia el desplazamiento de minerales en el interior de las minas, concretamente gracias al Túnel José Maestre. Su construcción concluyó en 1957, con una longitud de 2.400 metros (atravesaba el corazón de la sierra de Norte a Sur) y 12 metros de diámetro. El ferrocarril que se movía por su interior (se utilizaron 6 locomotoras en sus casi 30 años de Historia) contaba con un recorrido total de 3.478 metros de vía. Este túnel trasladaba el mineral desde los pozos-tolva Herrera, Don Carlos o Mercurio hasta el Lavadero Roberto. El túnel dejaría de funcionar en el año 1983 debido a diversos factores, como el agotamiento de la cantera Emilia y la puesta en funcionamiento de un molino semiautógeno en la cantera San Valentín, que permitía el transporte continuo a través de un mineroducto de 2'2 kilómetros de longitud.