VISIGODOS Y BIZANTINOS
El siempre problemático periodo de la tardoantigüedad tiene su mejor síntesis en la obra de Luis García Moreno, (GARCÍA MORENO, L.A.: Historia de España Visigoda. Cátedra. Madrid. 1989). Sobre la Región en este periodo el mejor resumen son los artículos de González Blanco en la Historia de Cartagena de Julio Mas (GONZÁLEZ BLANCO, A. La Historia del Sureste Peninsular entre los siglos III y VIII y La Iglesia Cartaginense, en MAS, J. ed. Historia de Cartagena V. (páginas) (editor). Cartagena. 1986. Sobre el tema específico de Cartagena, la principal ciudad del territorio en este periodo, y la conquista bizantina ver VALLEJO GIRVÉS, M: Bizancio y la España tardoantigua (siglos V-VIII). Alcalá de Henares. 1993. RAMALLO ASENSIO, S: Carthago Spartaria, un núcleo bizantino en Hispania, en RIPOLL-GURT ed. Sedes Regiae (400-800) páginas 579-611. Barcelona. 2000, y PREGO, A: Los últimos romanos de Cartagena en Cartagena Histórica 17, páginas 28-40, Aglaya. Cartagena. 2006. Aceptando el mantenimiento de los límites territoriales romanos, ahora convertidos en límites esencialmente eclesiásticos, los problemas esenciales son la interacción entre visigodos y bizantinos en el siglo VI y los límites del ducado de Teodomiro. Sobre el primer problema la falta de fuentes es casi absoluta. Tiende a pensarse en que los visigodos no llegaron a ocupar el sureste hasta principios del siglo VII y que los bizantinos desembarcaron en Cartagena hacia mediados del VI, creando una amplia provincia que llegó hasta Sierra Morena. Mi opinión, que no detallaré aquí, es que sí es posible que existiera entre 530 y 550 una influencia goda en el sureste, y que los bizantinos llegaron a la Península por el Estrecho hacia 550-555, limitándose a correrías en apoyo de las diversas facciones visigodas. Sólo hacia 580-585 se creó una provincia bizantina real con capital en Cartagena, pero limitada a la zona costera y las Baleares.

En cuanto al problema del ducado de Teodomiro, hay que recordar que ya desde el siglo V existe una provincia Cartaginense que abarca de Valencia a Almería, y que se extiende hacia el interior al menos hasta el borde de La Mancha. La existencia de una provincia interior, la Carpetanía, en fecha tan tardía como 589, lo confirma. Es muy factible que se mantuvieran los dos ducados civiles, Carpetania y Cartaginense, y que Teodomiro fuera el dux de ese ducado litoral, con capital en Orihuela ( que muy significativamente no era sede episcopal en ese momento, lo que resolvía posibles conflictos entre las dos jurisdicciones, la civil y la eclesiástica).

INVASIÓN MUSULMANA
En general sobre la presencia musulmana en la Región y su evolución territorial he de reconocer mi deuda con el artículo de MOLINA LÓPEZ, E: Aproximación al estudio de la Cartagena islámica en MAS, J. dir. Historia de Cartagena V. Mediterráneo. Murcia. 1989. Sobre la conquista musulmana de la Península he seguido la corriente tradicional mayoritaria que sitúa la batalla de Guadalete cerca del Estrecho de Gibraltar y la ocupación en tres fases, con Tariq, Muza y los hijos de Muza. La ocupación de Murcia tras la batalla de Sangonera tendría así lugar en 713 y fue obra de Abd al-Aziz ibn Musa, tal y como describe GARCÍA ANTÓN, J: Los árabes en Murcia en Historia de la Región Murciana III, páginas 110-131. Mediterráneo. Murcia. 1980. La sugestiva teoría de Vallvé (VALLVÉ BERMEJO, J: Nuevas ideas sobre la conquista árabe de España. Toponimía y onomástica. Al-Qantara 1989. X.1) sobre que los árabes desembarcaron en Cartagena y no en Gibraltar, lo que explicaría por ejemplo el pacto posterior con Teodomiro o la ausencia de Cartagena en dicho pacto. Mi opinión es que los historiadores árabes del los siglos X-XIII coinciden en situar Guadalete en el Estrecho y que la ausencia de Cartagena se debe, simplemente, a su desaparición como centro urbano tras la destrucción de 620-625.

El pacto de Teodomiro es quizás el gran problema de la historia regional en esta época, cuestión resumida en el artículo de García Antón citado más arriba. Seis de las siete ciudades citadas en él pueden ser identificadas sin grandes dificultades (Orihuela, Alicante, Mula, Begastri, Lorca, Elo). La séptima presenta problemas. En mi opinión Balantala puede ser Valencia y así lo creían los estudiosos árabes posteriores.
Sobre la rebelión muladí de Daysam ibn Isaac ver MOLINA LÓPEZ, E: Aproximación al estudio de la Cartagena islámica en MAS, J. dir. Historia de Cartagena V. páginas 246-248 Mediterráneo. Murcia. 1989.
Sobre los centros urbanos musulmanes he seguido el artículo de GARCÍA ANTÓN, J: La Región de Murcia en tiempos del Islam, en Historia de la Región Murciana III, páginas 1-61. Mediterráneo. Murcia. 1980.