Tradicionalmente, el conocimiento histórico general de la sociedad murciana ha considerado que el fenómeno cantonal en la Provincia de Murcia se circunscribía únicamente a la ciudad de Cartagena, y realmente esta localidad se erigió en el centro estratégico del citado movimiento histórico, no solo a nivel local o provincial, sino también nacional, conformando el denominado y conocido: Cantón de Cartagena.

A pesar de esta circunstancia, otras ciudades de la región participaron muy activamente en el movimiento cantonal, destacando especialmente el caso de Murcia, histórica capital política, administrativa y religiosa de la zona, que aspirará a mantener tal status a pesar de que su experiencia cantonal apenas se prolongó durante un mes.

La mayoría de autores que han tratado el tema del Cantón Murciano siempre han incidido en su aspecto político, especialmente en la ciudad de Cartagena, interesando mucho más la formación del Gobierno de la Federación Española, la presencia de barcos extranjeros en las costas murcianas o el sitio de la ciudad portuaria por parte del General Martínez Campos, que la vida cotidiana de la población durante tal experiencia, y mucho menos aún en la ciudad de Murcia, apenas estudiada por su escasa duración e incidencia dentro del fenómeno cantonal.

Por esta razón vamos a dedicar el siguiente trabajo a aquellos aspectos apenas estudiados, especialmente en la ciudad de Murcia. Los cambios políticos siempre tienen una especial repercusión en la vida de las personas, especialmente en aquellas residentes en zonas urbanas y con transformaciones tan bruscas como la aquí estudiada, considerando firmemente en que las fuentes hemerográficas consultadas pueden darnos una imagen de las molestias, temores o satisfacciones que un murciano de a pie, no integrado dentro de la elite política de la ciudad, tuvo que experimentar debido al seguimiento de la insurrección cantonal por parte de la ciudad.