Cartagena Púnica


QART-HADAST

Los cartagineses rebautizaron la ciudad de Mastia con el nombre de Qart-Hadast (Nueva Cartago) en el siglo III a. C. bajo la dirección del general Asdrúbal. Los púnicos convirtieron la ciudad en la capital de Iberia.


YACIMIENTOS

¬ Muralla púnica (Cartagena)
¬ Puentes de Pacheco (Torre Pacheco)
¬ San José (La Unión)


Los cartagineses constituían un pueblo del Norte de África, procedente de la ciudad-estado de Cartago (en la actual Túnez). Los fenicios fundaron la capital cartaginesa en el siglo IX a.C. La caída de Fenicia bajo el yugo del Imperio Asirio permitió la independencia de Cartago y el desarrollo de un poderoso Estado a partir del siglo VI a.C. Cartago era una gran ciudad, con una población de hasta 400.000 habitantes, viviendas de varias alturas y dos grandes puertos, uno comercial y otro militar.

El sistema de gobierno era una monarquía con dos reyes elegidos por el Senado, institución de asesoramiento en materias política y económica. La ciudad-estado de Cartago evolucionó hacia la República en el siglo V a.C., tras su pérdida de influencia en el Mediterráneo en beneficio de los griegos. El poder político pasó de la monarquía al Senado de los Cien, integrado exclusivamente por la élite aristocrática.

Los líderes cartagineses buscaban el control militar y económico del Mediterráneo Occidental. Esta política provocó su enfrentamiento con Grecia y Roma, y favoreció su expansión en la Península Ibérica a partir del siglo VI a. C. Los púnicos (gentilicio de los cartagineses) reemplazaron a los fenicios en el Sur peninsular y fundaron la colonia de Ebussus (Ibiza) en las Islas Pitiusas (Baleares). Cartagineses y romanos delimitaron sus áreas de influencia en Iberia en el siglo IV a.C. con el fin de evitar un conflicto armado. Los púnicos controlarían las tierras situadas entre Mastia y el estrecho de Gibraltar y los romanos las tierras entre Mastia y los Pirineos. En el siglo III a.C., los cartagineses sometieron el sur de Iberia por las armas y extendieron su área de influencia al río Ebro tras un nuevo tratado con Roma.

El reparto de Iberia permitió la refundación cartaginesa de la antigua ciudad de Mastia (Cartagena), con la denominación de Qart Hadast (Nueva Cartago), por el general Asdrúbal en el año 229 a.C. La ciudad se convirtió en la capital administrativa y en la base de operaciones púnica en Iberia, por su gran valor estratégico (entre el Ebro y el estrecho de Gibraltar), militar (puerto natural y murallas) y económico (minas de plata). El jefe cartaginés Asdrúbal impulsó la reedificación de las murallas y la construcción de la acrópolis. Su sucesor, Aníbal, provocó la entrada de Qart Hadast en conflicto con Roma tras el estallido de la II Guerra Púnica. En la actividad económica, los púnicos desarrollaron la industria del salazón en la costa mediterránea de la Península Ibérica. La ciudad de Qart Hadast (Cartagena) destacaba por sus numerosas e importantes factorías de salazones. Éstas producían el garum, salsa realizada con las vísceras del pescado, secadas al sol y en salmuera durante meses. El garum tenía gran aceptación popular por su sabor y sus propiedades curativas.

El historiador griego Polibio describe las características de la ciudad cartaginesa de Qart Hadast:

"El perímetro de la ciudad no medía inicialmente más de veinte estadios. El casco de la ciudad es cóncavo y se encuentra rodeado por cinco colinas, dos muy montañosas y escarpadas y tres muy abruptas. Las otras elevaciones del terreno, simplemente unos altozanos, rodean la parte septentrional de la ciudad. Se ha abierto un canal artificial entre el estanque y las aguas próximas para facilitar el trabajo a los hombres del mar. Además, se ha tendido un puente para que carros y acémilas puedan suministrar los recursos necesarios".

Antonio Gómez-Guillamón Buendía