José Frutos Baeza supo captar como nadie el alma y sabor costumbrista de la Huerta de Murcia, otorgando ingeniosa forma literaria al lenguaje de sus gentes: el panocho.

     Elevó el habla típica huertana a sus cotas más altas, creando escuela y constituyendo todo un referente para los panochistas.

     Escritor, poeta, autor teatral e historiador, José Frutos Baeza consagró su actividad literaria a divulgar y perpetuar las tradiciones populares murcianas, los problemas y virtudes de los huertanos, alimentando la memoria histórica murciana a través del culto a sus antepasados.

     En su obra De mi Tierra, recuperó los Juegos populares de la Huerta, improvisadas obras teatrales que colmaban de encanto los bailes y veladas nocturnas.

José Frutos Beza. Murcia, 1861-1918.

El Diario de Murcia: fragua donde comienza a forjarse la poesía de José Frutos Baeza

     José Frutos Baeza nació el 11 de enero de 1861 en el seno de una humilde familia murciana.

     Sus primeras andanzas profesionales se desarrollaron en el Diario de Murcia, donde trabajó entre 1898 y 1903, ejerciendo inicialmente el oficio de cajista (oficial de imprenta), componiendo los escritos de otros.

     En este Diario tuvo ocasión de publicar sus primeros poemas, tímidas muestras de una obra que llegaría a abarcar desde piezas teatrales hasta obras narrativas e historias.

     Es en esta época cuanto entabla amistad con el director del Diario de Murcia, el periodista y abogado José Martínez Tornel, figura de indiscutible trascendencia en la carrera literaria de Frutos Baeza, y con quien llegó a ejercer de procurador en los Tribunales.

     Martínez Tornel fue el maestro y piedra angular de la vocación literaria de Frutos Baeza. De su mano se fue fraguando su perfil de escritor, modelando su estilo y naciendo el gran intérprete del alma murciana que llegó a ser.

     En 1885 editó su primera obra bajo el título Palicos y cañicas. En su ópera prima, Frutos Baeza expone una serie de poemas de juventud que destilan algunos de los rasgos y parámetros que definirán su personalidad literaria.

     Poemas como 'La mañanita de San José' o 'El pescador de Caña', ponen de relieve la afición de este escritor por temas propios de la Huerta de Murcia y por el empleo del lenguaje típico de sus gentes: el panocho.

La tradición y el habla típica huertana: pilares de la literatura de José Frutos Baeza

     Despuntando ya como un excelente escritor en ciernes, comienza a colaborar en el dario El Tiempo, encargándose de una sección titulada 'De la Murcia de Ayer', donde recogía el fruto de sus investigaciones en las Actas Capitulares del Archivo Municipal de Murcia, a cuyo frente se encontraba.

     Con estas anécdotas históricas Frutos Baeza logró esbozar un retrato exquisito de la ciudad de Murcia, que sería recopilado en su totalidad en el libro 'Bosquejo histórico de Murcia y su Concejo', publicado a título póstumo en 1934.

Perfilados ya sus rasgos distintivos como escritor dedicado a recuperar y realzar la tradición popular huertana, en 1897 publica su más representativa obra: 'De mi tierra', en la que abandera una apasionada defensa del 'panocho', enfocada con entrañable seriedad. El más popular de los poemas de este libro es el titulado 'El habla huertana', que aún hoy hondea como bandera de la esencia huertana.

José Frutos Baeza continuó incansable deleitando a los murcianos de la centuria pasada con sus poemas costumbristas, publicando obras como 'Desde Churra a La Azacaya' y 'Cajines y Albares' (3ª Edición ampliada de 'De mi tierra'), donde la ironía, el ingenio y la fonética murciana, constituyen las notas dominantes y los rasgos peculiares que lo consagraron como uno de los poetas más leídos y populares de su tiempo.

Frutos Baeza cantó con sus poemas a la Huerta, a las tradiciones más entrañables de su tierra y gentes, resaltando defectos y virtudes de sus paisanos.

En 1905 y con motivo de la conmemoración del III Centenario de la publicación de El Quijote, se celebraron en Murcia y Cartagena diversos certámenes literarios. El diploma correspondiente al organizado por la Academia Politécnica de Cartagena y el de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia, fueron concedidos a José Frutos Baeza por las poesías tituladas 'Gobierno de Sancho Panza en la Ínsula Barataria' y 'La justicia de Sancho'.

La triste pérdida de su gran maestro, José Martínez Tornel

La muerte en 1916 de José Martínez Tornel afectó de manera especial a José Frutos Baeza, que sintió a la vez la pérdida de un amigo y de un padre. La medida de la semblanza humana y literaria de Frutos Baeza quedó reflejada en la necrológica que le dedicó en el Diario el Tiempo: '...¡Pobre Tornel! En mis mocedades, mi admiración hacia su personalidad literaria me acercó a su mesa de trabajo, y ella fue el yunque a que esclavicé gustoso la mitad de mi vida y en que se forjaron mis primeros artículos y mis primeros versos; siempre al lado del maestro, del poeta, del amigo. Por eso, algo como transfusión de su pensar y de su sentir que alienta en el fondo de mi espíritu...

No es que se va un amigo más, no. Para mi es algo como sombra patrenal lo que se va con él. 'Y para Murcia? Para Murcia, la muerte de Tornel es un desprendimiento de su entraña misma. Él era una viva encarnación de esta huerta espléndida y de esta ciudad luminosa...'.

Muere 'el último Panocho'

El 28 de Marzo de 1918, festividad de Jueves Santo, fallecía José Frutos Baeza, dejando tras de sí una valiosa obra publicada compuesta por libros de poesía y de narrativa, inspirados en la tradición popular murciana y cargados de poemas filológicos, escaparates de su calidad de prudente observador de la fonética murciana y que le valió la definición por Jara Carrillo como 'el último panocho'.

En 1865 la Academia Alfonso X el Sabio reeditó una relación de su obra, donde aparece lo más característico de sus diferentes actividades literarias.