Musso vivió en el Palacio de Guevara [Lorca_Musso Valiente]
Musso vivió en el Palacio de Guevara

José María Musso y Pérez-Valiente, Lorca (Murcia 1785) - Madrid 1838.

Sus primeros estudios

     José Musso Valiente nació un 26 de diciembre de 1785 en la ciudad de Lorca. Sus padres fueron don José María Musso Alburquerque y doña Joaquina Pérez-Valiente y Brost. Su madre era hija de condes, en concreto de la Casa Valiente, por lo que Musso recibió las primeras enseñanzas en su propia casa, de parte del ábate Chevalier. Esta forma de aprender sólo estaba reservada a nobles y burgueses acomodados.

     A los 10 años de edad se trasladó a Madrid para estudiar como alumno interno en el Seminario de Escuela de Pías de San Fernando. En tres años, y acompañado de Chevalier, estudió humanidades, filosofía, matemáticas, álgebra superior, mecánica, hidráulica y dibujo.

     En 1797 volvió a Lorca con el fin de ocuparse de la administración de los bienes de la familia. Aunque realizaba esta actividad para no defraudar a sus padres, José ansiaba y añoraba los tiempos en los que había estado inmerso en el mundo de la ciencia y el arte.

El capitán Musso Valiente lucha contra los franceses

     Ante la invasión francesa de primeros del siglo XIX y la Guerra de Independencia se alistó por patriotismo en el ejército, llegando al grado de Capitán. Con escasos 23 años fue diputado por Lorca en la Junta Provincial de Defensa de Murcia.

     Un año más tarde contrajo matrimonio con doña María de la Concepción Fontes y Reguera.

     Se creó una nueva Junta en Alicante, en sustitución de la murciana. Lorca propuso a Musso para sustituir al presidente. Una epidemia de fiebre amarilla obligó a cambiar de sede la Junta, pasaría a Jumilla. En esta ciudad sería Musso Valiente presidente de la Junta. Pero la epidemia persiguió a la Junta que tuvo que salir también de Jumilla. Enfermo, a Musso se le concedería una licencia general para su establecimiento.

     En 1812 se encontraba en Lorca. Allí escribió 'Reflexiones sobre la naturaleza y fin último del hombre'.

Tras su enfermedad emprende su carrera política

     Cuando se recuperó de su enfermedad fue nombrado presidente de la Comisión Subalterna que se encargó de informar al cabildo de los bienes que poseía el Tribunal de la Inquisición, extinto por resolución de Cortes.

     En 1815 tuvo lugar la muerte de José Musso, padre de Musso Valiente. El intelectual lorquino se protegió del dolor dedicándose aún más a la literatura. Por estas fechas colaboró con un amigo personal en la publicación La Minerva.

     En 1819 fue nombrado representante de una empresa que pretendía realizar un proyecto contra las avenidas de aguas de los ríos Castril y Guardal. En 1802, unas horas antes de la rotura del Pantano de Puentes, Musso Valiente y su padre pasearon por lo que después sería un mar de agua que inundó campos y barrios y mató a cientos de personas. Debido a esta experiencia, Musso Valiente hizo con su intervención que una Real Orden estudiase e informase del proyecto.

     Un año más tarde sería nombrado Presidente de la Junta Constitucional debido al triunfo de los liberales y al restablecimiento de la Constitución.

     También en 1820 fue premiado por la Real Academia Española por su Discurso gratulatorio para el Rey Fernando VII.

     Musso valiente fue hombre de política, de talante liberal, y sin perder ese carácter entró a formar parte del partido moderado. Pronto alcanzaría su dirección, ante la que permaneció hasta el año 1822, en el que se vio obligado a emigrar siendo Alcalde constitucional.

     A esta situación se llegó tras una serie de disputas que en el fondo partían de la política liberal exaltada, de su primo Antonio Pérez de Meca y Musso, y moderada, la suya. Tras algunos enfrentamientos como el Motín de Eraso y la represalia en forma de saqueo en la casa de Musso Valiente, abandonaría Lorca y se trasladaría a Madrid. Antes de su partida otorgó a su esposa un poder especial por el cual podía disponer de los bienes de los dos.

Su papel en la Real Academia Española

     Tras una breve estancia en Gibraltar por la entrada en Madrid del Duque de Angulema, José volvió a la capital española en 1823 para dedicarse a la literatura.

     En 1825 Musso presenta a la Academia de la Historia una memoria sobre inscripciones romanas de Lorca y Murcia. Después del elogio de la Academia se aprobó su ingreso. Sería en 1827 cuando leería su discurso de ingreso en la Real Academia Española. Versó esta exposición sobre 'la influencia del carácter de las naciones en la formación de las lenguas de éstas en los que las hablan'.

     Sus méritos para Real Academia no quedaron aquí, ya que en 1829 se le confiere el título de primer orden de la Real Academia Latina.

     A la Academia de San Fernando accedió como académico de honor gracias a su trabajo con José de Madrazo de catalogación del Museo de Pintura (Museo del Prado). Musso se encargó de las salas de las escuelas flamenca y holandesa, de la sala reservada y de la escultura.

La temida enfermedad

     En 1830, de vuelta en Lorca, vuelve a enfermar con la fiebre amarilla. Por consejo de su médico volvió a Madrid para sanar. Pero algunos años más tarde, en 1833 moriría su madre en Lorca, y un año después, su mujer Joaquina de 42 años fallecía de fiebre amarilla.

     En la corona española había muerto Fernando VII y la reina regente, María cristina, encargó subdelegaciones de fomento. La de Murcia la ocuparía José Musso Valiente. Poco después tendría que volver a Madrid huyendo de las revueltas que querían derrocar al gobierno central. Pero poco a poco la vida de Musso se apagaba, y más tras la muerte en Valencia de su hija Ana, de tan solo 18 años.

     Un año más tarde, en 1838 moriría José Musso Valiente, tras cruel enfermedad. Fue enterrado en el cementerio de Puerta de Toledo. En su lápida se puede leer:

'Las letras lamentan su pérdida, la Patria está de luto...'


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